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El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sostuvo ayer que la Justicia de Bélgica “le quitó poder de fuego al juez de Nueva York Thomas Griesa, que no ha parado de hacer desaguisados”. “La Justicia belga tiene una posición asumida muy clara. Le va a exigir al BONY que pague ya lo que no le pertenece a la Argentina a aquellos que acordaron con nuestro país en el canje. Ahora lo que hay que hacer es llevar a la práctica ese pago y de esa manera quedarán solo los que tienen títulos bajo legislación norteamericana y nada más que eso. Nunca entramos en default, ni en mora, ni cesación de pagos, y la Argentina pagó todo lo que debe, por algo que nunca contrajo este Gobierno”, agregó el funcionario al comentar la intimación que un grupo de bonistas europeos realizaron en base al fallo de la Justicia belga.

El ministro coordinador también cuestionó a los dirigentes políticos que habían sugerido el pago total de la sentencia de Griesa. Sin nombrarlo, se refirió a Mauricio Macri. “Si hubiéramos actuado como decían los grandes sabedores de la Argentina, que teníamos que pagar esos 1600 millones de dólares, se habría motivado la apertura de una puerta imposible de detener, con una demanda colectiva por 500 mil millones de dólares”, agregó Fernández.

El ex director del Banco Central, Arnaldo Bocco apreció que distintos países comenzaran a limitar el accionar de Griesa. “La Justicia le empezó a fallar a favor a la Argentina, tuvo cuatro sentencias favorables en 35 días, eso ayuda a la negociación futura. Todas estas decisiones ayudan a que fortalezcamos una decisión de quita más alta, que se acerque a la de los bonistas que entraron al canje. El precio del valor del bono que puso Griesa quedó desautorizado. Es muy auspicioso para las negociaciones futuras de la Argentina”, manifestó Bocco en referencia al fallo de la Justicia belga y a la decisión de los bonistas europeos de exigirle al BONY el pago inmediato del dinero retenido.

El Bank of New York Mellon es el organismo que paga los títulos de deuda argentina en el exterior que tiene prohibido, por el juez norteamericano, abonar unos 539 millones de dólares en títulos que ya fueron depositados el 26 de junio del año pasado, hasta que Argentina no cumpla con la sentencia que lo obliga a pagar a los fondos buitre unos 1600 millones de dólares por títulos que no entraron en los canjes de deuda. Del total de bonos en conflicto, el 50 por ciento están bajo legislación argentina, los cuales nunca tuvieron dificultades en ser cancelados, un 25 por ciento están bajo legislación europea y sólo el 23 por ciento bajo la normativa norteamericana.

“Esto corrobora que la estrategia argentina de no haber pagado en efectivo y como quería (Thomas) Griesa y los fondos buitre fue correcta, y le da mayor espalda al próximo gobierno para retomar la negociación y poder cerrar definitivamente el frente externo con los buitres y el resto de los holdouts”, sostuvo el economista de la Gran Makro, Alejandro Robba, quien agregó que la decisión de la Justicia belga pone en duda que “Nueva York pueda seguir siendo el principal distrito donde se emita deuda, porque queda demostrado que no respeta el derecho internacional sino la decisión de un juez de primera instancia, que ya no es ni avalado por la Corte de Apelaciones de su país”.