A partir del 27 de noviembre estará operativo un nuevo convenio firmado entre Argentina y Suiza para evitar la doble imposición e intercambiar información fiscal y financiera. La puesta en marcha del acuerdo limita el margen de maniobra para la planificación fiscal nociva de las empresas multinacionales y facilita el acceso a datos sobre fugadores de capitales a través de la plaza financiera helvética. Desde la AFIP aseguran que el convenio alcanzado con las autoridades suizas pone fin al secreto bancario y fiscal ya que esa información estará disponible para las autoridades tributarias argentinas. El secreto bancario consagrado en 1932, la neutralidad en conflictos bélicos externos, la estabilidad política y los bajos (o nulos) impuestos exigidos en los 26 cantones suizos se conjugan para que el país europeo sea la principal guarida fiscal del mundo. Los datos del HSBC Ginebra sustraídos por el ex empleado del banco Herve Falciani son la muestra más reciente del comportamiento de la banca en ese paraíso de la evasión. Si bien no es el destino predilecto de los fugadores argentinos –empresas e individuos–, que prefieren Estados Unidos y Panamá, en esa sola entidad había alrededor de 4000 cuentas no declaradas con 3500 millones de dólares. “Es la primera vez que la Argentina puede concretar un convenio de este tipo”, señaló ayer el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, durante un encuentro celebrado en la Cámara de Comercio Suizo Argentina. En el evento estuvieron presentes Hanspeter Mock, embajador de Suiza en Argentina, y Cornelia Schmidt Liermann (del PRO), presidenta del Grupo de Amistad en la Cámara del Diputados. En 2012 la Argentina había denunciado el convenio vigente que se encontraba vigente desde 1997. Por ello, Suiza y la Argentina firmaron un nuevo documento en marzo de 2014 en Berna. El nuevo acuerdo contempla la potestad para la Argentina de aplicar retenciones por pagos de regalías a empresas suizas y permite la imposición de las acciones y participaciones sociales con impuestos patrimoniales.