La industria cementera registró una caída de los despachos en el primer mes del año del 8,7 por ciento frente al mismo mes de 2015 y del 8 por ciento en relación a diciembre. El retroceso se produce luego de que a lo largo del año pasado hubo varios meses con record de producción, a partir de la construcción de viviendas y la obra pública. La tendencia positiva se quebró en noviembre, con lo que acumula tres meses consecutivos con caídas mensuales, informó ayer la Asociación de Fabricantes de Cemento (AFCP). En tanto, la actividad de la construcción subió 3,2 por ciento en enero según el relevamiento del Grupo Construya, el menor avance desde mayo de 2015. Ese indicador muestra que el nivel de actividad en el sector está por debajo de la marca de febrero del año pasado, luego de alcanzar el record en noviembre. La Uocra denunció 30 mil despidos en el sector en los últimos meses. La construcción suele anticipar el ciclo económico.

El apagón estadístico que decretó el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, y la conducción del Indec, a cargo de Jorge Todesca, impiden conocer qué miden las estadísticas públicas macroeconómicas, sectoriales y de empleo, entre otras. Entre los índices discontinuados está el ISAC, que mide la evolución de la actividad de la construcción. Su importancia no es solamente sectorial ya que la construcción tiene como característica reaccionar rápidamente a los cambios económicos. Por eso se considera que anticipa el ciclo, ya sea al alza o a la baja.

El último informe oficial sobre la construcción fue publicado el 30 de noviembre y daba hasta octubre un crecimiento interanual frente al mismo mes de 2014 del 4,2 por ciento y un avance acumulado en el año del orden del 7,1 por ciento. Según el índice Construya que calculan las empresas del sector, la construcción en ese momento crecía en el mes un 7,3 por ciento y un 6,5 por ciento en forma acumulada entre enero y octubre. En tanto, según la cámara que nuclea a las cementeras, en octubre se produjo el máximo histórico de despachos de ese insumo. Los tres indicadores coinciden en la descripción de un momento positivo para el sector.

A partir de allí el principal indicador del sector, el ISAC del Indec, fue discontinuado, con lo que el análisis de la evolución de la construcción quedó a cargo de los índices del sector privado. El índice Construya registró en noviembre una suba del 20,4 por ciento, que llevó el crecimiento acumulado del año a un 7,8 por ciento. En diciembre también hubo alzas pero en términos desestacionalizados (sin tener en cuenta el factor estacional) el nivel de actividad se ubicó al nivel de septiembre. En enero sucedió algo parecido, la actividad según el cálculo de las empresas creció pero el índice desestacionalizado se ubicó en su peor nivel desde comienzos de 2015. El índice Construya es confeccionado por las empresas FV griferías, Loma Negra, Klaukol, Aluar, Acerbrag, Plavicon, El Milagro, Ferrum y Acqua System.

Según las empresas, en enero se vendieron 858.453 toneladas de cemento. Hay que remontarse hasta febrero de 2014 para encontrar ventas en ese nivel. En la comparación con el mismo mes, se trata del peor enero de los últimos cinco años al menos, desde que la asociación de fabricantes de cemento confecciona sus estadísticas. En enero de 2015 se vendieron 944.789 toneladas de cemento, contra 858.453 toneladas el mes pasado. En enero de 2014 fueron 931.705 toneladas (un 8,7 por ciento más); en enero de 2013 fueron 913.823 (6,4 por ciento más); en enero de 2012 fueron 875.649 toneladas (2 por ciento más) y en enero de 2011 se vendieron 871.239, un 1,5 por ciento más que el mes pasado.

Con respecto a diciembre, la caída en los despachos de cemento en enero fue del 8 por ciento, mientras que en diciembre la baja frente al mes anterior había sido de 5,9 por ciento y en noviembre, del 12,1 por ciento. La Uocra denunció que en los últimos meses se perdieron 30 mil puestos de trabajo en el sector. En tanto, el observatorio del Derecho Social de la CTA contabilizó 11 mil despedidos en las empresas constructoras de Chaco, 1800 en Santa Cruz y 2 mil en Tucumán.