El gobierno de Mauricio Macri paralizó todas las obras con financiamiento de Nación ubicadas en Santa Cruz. Una de ellas es en Yacimientos Carboníferos Río Turbio, cuya primera caldera ya está lista para funcionar y la segunda está avanzada en un 80 por ciento. Esta empresa, recuperada por el gobierno de Néstor Kirchner luego de los intentos de la Alianza para cerrarla, emplea a más de 2700 personas. Ayer la administración macrista publicó en el Boletín Oficial una resolución por la cual la Sindicatura General de la Nación deberá “investigar” los procesos que se llevaron adelante en dicha obra. El intendente de Río Turbio, Atanasio Pérez Osuna, afirmó que si la pretensión de Macri es cerrar la empresa, “habrá resistencia con los gremios”. El ahogo financiero del macrismo también alcanza la construcción de un hospital materno infantil, viviendas y gasoductos.

“Si quieren investigar, nos parece bien. Pero que no paralicen todas las obras. A la segunda usina le falta entre un 17 y 25 por ciento para ser terminada. Esperemos que no haya detrás de esta maniobra la intención de cerrar la empresa. Ya tuvimos embates de este estilo, con la Alianza, cuando Daniel Montamat nos propuso cerrar la empresa a cambio de las indemnizaciones. Cuando llega un gobierno liberal, dos más dos es cuatro, pero si no cierran los números, van a querer clausurar la empresa. No lo vamos a permitir”, explicó Pérez Osuna, en diálogo con Radio del Plata.

Según fue publicado ayer en el Boletín Oficial, la evaluación del Yacimiento incluirá “el proceso de construcción bajo la modalidad llave en mano, que incluye los servicios ferroportuarios con terminales en Loyola y Río Gallegos, Santa Cruz”. “El control deberá ser integral e integrado, abarcar los aspectos presupuestarios, económicos, financieros, patrimoniales, normativos y de gestión, la evaluación de programas, proyectos y operaciones y estar fundado en criterios de economía, eficiencia y eficacia”, puede leerse en la resolución firmada por el ministro de Energía, Juan José Aranguren.

En el yacimiento trabajan 2700 personas. Desde que fue recuperado por el Estado se incorporaron 1200 operarios. La empresa le da vida a dos comunidades, que en conjunto representan 45.000 habitantes. “Si se cierra, dejamos de existir”, aseveró el intendente de Río Turbio.

Con la central termoeléctrica de Río Turbio, alimentada con el carbón extraído del yacimiento, se producirá energía para 3,3 millones de habitantes. En total, serán 240Mw, el uno por ciento de toda la energía que se genera al país, que será aportado al sistema interconectado (SADI). “El yacimiento aumenta el nivel de reservas comprobadas de carbón mineral del país y diversifica el parque de generación térmico-fósil de energía, lo cual incrementa la seguridad energética nacional”, sostuvo Pérez Osuna.