El aumento en las tarifas del gas está confirmado, pero el Ministerio de Energía no precisó cuál será su magnitud. “Todavía no hemos definido exactamente el nivel de incidencia en cada banda tarifaria”, expresó ayer el titular de la cartera y ex CEO de Shell, Juan José Aranguren. De acuerdo a las cifras que trascendieron a lo largo de las últimas semanas, la suba en el precio rondaría entre 200 y 300 por ciento dependiendo del usuario. Desde la perspectiva del funcionario “hay un atraso en el esquema tarifario que redundó en que se perdieran producción y reservas”, lo cual justifica para Aranguren el futuro aumento del gas, que se sumará al fuerte alza implementada en las tarifas eléctricas.

Siguiendo la lógica del libre mercado, Aranguren consideró que “se están importando de 25 a 30 millones de metros cúbicos diarios de gas ya que no hubo señales para que la inversión pudiera convertir los recursos naturales en reservas y luego en producción”. En ese sentido, argumentó que “la recomposición de los cuadros tarifarios tiene por objetivo recuperar la inversión y la calidad del servicio”. Un razonamiento que no se sostiene a la luz de las escasas inversiones realizadas por las empresas distribuidoras de esos sectores. Con los cambios que implementará Aranguren en las próximas semanas la factura del gas se multiplicaría hasta tres veces.