La cotización del dólar escaló ayer 18 centavos alcanzando una nueva marca histórica, al llegar a los 14,96 pesos en promedio en las pizarras, con un aumento de 41 centavos en apenas tres jornadas. En una plaza muy volatil, resurgió la cotización del dólar marginal, que llegó a operarse a 15 pesos, según las referencias del mercado, para cerrar muy cerca del valor del dólar oficial minorista. La brecha cambiaria había permanecido invertida desde hace dos semanas, curiosamente, dado que el valor en casas de cambio resultaba superior al del “blue” informado por los operadores. En el mercado mayorista, el valor osciló entre los 14,67 y 14,80 pesos, para cerrar más cerca del valor máximo, en 14,76 pesos, con un ascenso de 11 centavos en la jornada y 36 centavos en la semana de sólo tres días hábiles. Así, el valor de la divisa en el mercado mayorista acumula un aumento del 5,5 por ciento en el mes y 49,9 por ciento desde la eliminación de las regulaciones cambiarias. Tanto el valor al público (14,96) como el mayorista de 14,76, constituyen los más altos niveles registrados hasta ahora para el cierre de una jornada.

Según la referencia de los operadores, en el segmento mayorista el ritmo de la actividad fue sostenido por la demanda de empresas para girar utilidades al exterior y la compra de divisas para el pago de importaciones, presumiblemente por deudas asumidas en operaciones del año pasado. Como se presume que estas operaciones seguirán dominando la escena en los próximos días, el pronóstico es que la cotización se acercará inexorablemente a los 15 pesos buscando un nuevo escalón.

“Estamos atentos a la cotización del dólar pero sin preocupación. El valor sigue estando dentro del rango de lo que era antes de la devaluación”, dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en referencia al precio del dólar marginal hasta mediados de diciembre, que Cambiemos tomaba como “el verdadero valor” en sus dichos de campaña. Tanto el entonces candidato Mauricio Macri, como el entonces referente económico Alfonso Prat-Gay aseguraban que el mercado ya había asumido un valor del dólar de 16 pesos y lo había incorporado a sus costos. Sin embargo, la posterior devaluación, con Cambiemos ya en el gobierno, provocó una ola inflacionaria que reflejó en gran medida el salto inicial del 40 por ciento en el tipo de cambio. De un valor de supuesto equilibrio de 13,30 en el que parecía estabilizarse la paridad a fines de diciembre de 2015, hasta aquí el incremento adicional es del 12 por ciento. Las reservas internacionales se ubicaron ayer en 29.657 millones, con un retroceso de 177 millones.

En lo que refiere a las operaciones del mercado bursátil con acciones y bonos, se registró una suba del 2,4 por ciento en el MerVal, impulsada por firmas del sector energético tras la suba del 12 por ciento del precio internacional del petróleo. Petrobras marcó un alza del 5,4 por ciento, en tanto que YPF lo hizo al 6,3 por ciento, Edenor al 2,5 y Transener al 0,4. Otras empresas con un fuerte aumento fueron Aluar (2,6 por ciento), Tenaris (2,1) y Siderar (1,9). Los bancos, en tanto, mostraron ganancias en la Bolsa, donde se destacó el avance del 2,4 por ciento del Banco Macro, del 1 por ciento del Grupo Financiero Galicia y del 0,4 de Banco Francés. Por el lado de los bonos, se remarcó el aumento del 1,3 por ciento del Bonar 2024, del 1,8 por ciento del Discount en dólares bajo legislación Nueva York, del 5,2 del Par en dólares con ley extranjera y del 4,2 del Cupón vinculado al PBI.

Tras varias jornadas de turbulencia en los mercados internacionales, que contagió a las plazas de economías emergentes, ayer se produjo un rebote en las cotizaciones que se verificó tanto en los mercados europeos, como en Wall Street y en San Pablo. Al igual que en la plaza porteña, los analistas de los centros financieros le imputan a la recuperación del precio del petróleo la responsabilidad principal del rebote en el valor de las acciones y los bonos. Un respiro que, sin embargo, no llega a tapar los temores existentes respecto a que pueda asistirse a un nuevo crac financiero. Esta vez, con epicentro en la fragilidad de la banca europea.