Sábado, 13 de febrero de 2016 | Hoy
EL MUNDO › KERRY ANUNCIO UNA “PAUSA” PARA ENVIAR AYUDA HUMANITARIA, PERO SIN LOS FUNDAMENTALISTAS
Después de muchas “charlas nocturnas” se logró un acuerdo entre las partes para ayudar a los sitiados y a los desplazados. Moscú seguirá atacando a ISIS y Assad destacó que no renuncia a volver a controlar todo su país.
Por Laura Pitel *
Desde Estambul
El presidente sirio Bashar al Assad anunció que va a recuperar el control de todo su país, poniendo en duda el tentativo acuerdo internacional para frenar la guerra civil después de casi cinco años. En una entrevista con la agencia AFP en Damasco, pocas horas antes del sorpresivo acuerdo en que su gobierno se comprometió a dejar pasar ayuda humanitaria a los civiles afectados por la guerra, dijo que sus tropas “sin ninguna duda” tratarán de recuperar todo el territorio perdido a manos de grupos rebeldes. Assad volvió a denunciar la participación de otras potencias regionales en lo que se ha convertido en una guerra cada vez más complicada, y dijo que esa injerencia “significa que la solución va a llevar mucho tiempo y tendrá un precio muy alto”.
Sus declaraciones, hechas públicas ayer, sembraron dudas sobre las perspectivas de paz, después del acuerdo para un “cese de hostilidades” que está previsto que entre en vigor a finales de la próxima semana. Si se implementa exitosamente, podría representar un gran avance en el conflicto que ya se cobró unas 470.000 vidas y obligó a 11 millones de personas a dejar sus hogares. El acuerdo fue recibido con profundo escepticismo por los combatientes y militantes de la oposición, porque no menciona en ningún momento los ataques aéreos rusos que hace cinco meses golpean las zonas controladas por los rebeldes, ayudando a Assad.
De hecho, pese al acuerdo anunciado por el secretario de Estado John Kerry, los aviones de combate rusos continuaron bombardeando el norte de Siria. Esto alimenta los temores de que Moscú y Damasco pueden utilizar esta semana antes de la tregua para seguir adelante con ofensivas claves como la de Alepo, segunda ciudad de Siria, donde los rebeldes están casi rodeados después de que fuerzas del gobierno lograron cortar su principal línea de suministros.
El acuerdo para una tregua humanitaria surgió después de largas conversaciones nocturnas entre Kerry, el canciller ruso Sergei Lavrov y más de una docena de potencias mundiales. Poco después de la medianoche del jueves, Kerry anunció que habían llegado a un acuerdo y establecerían un grupo especial de la ONU para discutir a fondo “las modalidades para el largo plazo y un duradero cese de violencia”. El acuerdo no llegó a ser un alto el fuego completo porque explícitamente excluye a los fundamentalistas y no fue firmado formalmente por el gobierno sirio ni por las principales facciones que luchan en su contra. Kerry advirtió que, en caso de aplicarse, el acuerdo sólo lograría conseguir una “pausa” en la lucha, y que se necesitaría más trabajo para alcanzar un alto el fuego completo.
El grupo de oposición oficial formado para negociar con el gobierno de Assad recibió el acuerdo con cautela. Su portavoz, Salim al Muslat, dijo que tiene que haber efectos visibles antes de que su grupo reanude las conversaciones de paz en Suiza, frenadas al inicio de este mes después de sólo tres días. “Si vemos la acción y la aplicación, nos veremos muy pronto en Ginebra,” dijo.
El acuerdo también se comprometió a enviar ayuda a los civiles atrapados en medio de los combates y utilizados como peones. Hay planes para lanzar por aire y llevar por tierra elementos necesarios a las áreas sitiadas, incluyendo el enclave pro gobierno rodeado por el Estado Islámico (EI) en la ciudad oriental de Deir al Zour y la ciudad de Madaya, asediada hace mucho por el ejército sirio y combatientes de la milicia libanesa Hezbolá.
El principal escollo será cuáles combatientes no deberían ser marcados como grupos terroristas. Lavrov dijo que Moscú no detendría su campaña de ataques aéreos porque el acuerdo no cubría al EI, el grupo jihadista que controla territorio a través de Siria e Irak, o Jabhat alNusra, la filial de Al Qaida que combate al lado de los grupos rebeldes de la línea menos dura en gran parte de Siria.
Jan Egeland, el jefe del Consejo Noruego para los Refugiados, aplaudió una propuesta para entregar ayuda a los civiles sitiados a días de un potencial “gran avance”. Pero, David Miliband, el ex ministro de Asuntos Exteriores británico que ahora dirige la organización benéfica Comité Internacional de Rescate dijo que “no se puede esperar una semana par una operación de emergencia, y el pueblo de Siria no debería tener que esperar una semana para tener el alivio de los bombardeos”. Dijo que esperaría recibir más detalle para ver si el acuerdo era “un punto de inflexión o un falso amanecer”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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