La petrolera YPF abandonará este año la agresiva política de inversiones que venía desarrollando desde abril de 2012, que le había permitido recuperar la producción tras más de una década de retrocesos. El actual presidente de la firma, Miguel Galuccio, confirmó ayer que la petrolera reducirá en alrededor de 25 por ciento las inversiones debido a la caída de los precios internacionales del crudo. “Bajamos algunos equipos (de perforación) que no volverán a operar en el corto plazo; en Neuquén aplicamos un procedimiento de crisis con la colaboración del sindicato: necesitamos hacer lo mismo en otras locaciones de la Argentina”, indicó en declaraciones formuladas en la víspera. Por su parte, el titular del sindicato del Petróleo y el Gas Privado de la subregión Patagonia Norte, Guillermo Pereyra, dijo que los trabajadores del sector “no tienen dudas” sobre las intenciones de la conducción de YPF. que comenzarían con el despido de unos dos mil trabajadores en Neuquén y luego podría extenderse a otras jurisdicciones.

En una conferencia telefónica que brindó ayer, junto al director de Finanzas de la petrolera, Daniel González, Galuccio indicó que la compañía y la industria necesitan adaptarse a un ambiente de negocios distinto, por lo que algunos desarrollos, incluido Vaca Muerta, se harán más lento. “Necesitamos cortar el capex (inversiones, “capital expenditures”). Por eso no va a crecer la producción de la misma manera que este último año. Nos enfocaremos en el gas en lugar del petróleo”, explicó.

Precisó que “hay 20 equipos en stand by (parados) desde diciembre y se está discutiendo con el sindicato cómo lograr reducir el impacto sobre los trabajadores”.Indicó que las operaciones del año pasado estuvieron en línea con las expectativas de la empresa, y si bien ello lo dejó conforme, también es consciente de los “desafíos” que le esperan a la empresa, lo cual implicará el recorte y selección de los planes de inversión.

“En la forma en que (Galuccio) está conduciendo YPF no me cabe la menor duda de que vamos camino al despido de dos mil compañeros”, señaló ayer Pereyra tras conocer las declaraciones del CEO de la petrolera. “Vamos derecho a los despidos; el plan de YPF es reducir dos mil puestos de trabajo en Neuquén”. Según el dirigente sindical, el grave cuadro de situación también se ha trasladado a las empresas contratistas de YPF. “Ya no dan más, están en una situación de quiebra, pagan los salarios y no pueden pagar los aportes”, apuntó Pereyra.

Las empresas petroleras (contratistas de servicios y operadoras) presentaron a las autoridades nacionales un procedimiento p preventivo de crisis a fines de enero, buscando justificar, por la caída del precio del barril, la suspensión de diez mil trabajadores, que representan aproximadamente el 20 por ciento de las dotaciones actuales en la actividad. El PPC habilita a las empresas a suspender a los operarios afectados, y pagarles sólo el salario básico pero sin obligación del trabajador de cumplir ninguna actividad. Se estima que ellos supone un recorte del 40 por ciento en las remuneraciones totales normales. Durante el período acordado, las empresas dejarán de pagar las cargas sociales. Las firmas involucradas en el pedido fueron, entre las contratistas: Schlumberger, Halliburton, Weatherford, San Antonio, Bolland, Baker Hughes y DLS. Y entre las operadoras, YPF, Petrobras, Total y Pluspetrol. Finalmente, en los primeros días de febrero se acordó el PPC por 90 días, prorrogable por 90 más, pero con impacto sobre solamente 2500 trabajadores.

El miércoles último la firma petrolera renacionalizada en 2012 presentó el balance de su último ejercicio (2015), donde da cuenta de un aumento del 2,1 por ciento en la producción de petróleo y 4,1 en la de gas. También reporta un aumento en el nivel de reservas comprobadas de crudo, y un alza en las inversiones del 3,8 por ciento en relación al año 2014, con una cifra en 2015 de 61 mil millones de pesos. Como consecuencia de los debilitamientos del precio internacional, las ganancias netas de la compañía sufrieron un recorte de 9000 millones de pesos en 2014, a 4600 millones en 2015.