La Reserva Federal mantuvo las tasas de interés entre 0,25 y 0,50 por ciento. “Los acontecimiento económicos y financieros globales continúan suponiendo riesgos para Estados Unidos”, dijeron las autoridades de la autoridad monetaria norteamericana para argumentar por qué no se incrementaron las tasas. No obstante, la entidad dejó en claro que en 2016 podría aplicar una suba en al menos dos oportunidades. Desde la Reserva Federal indicaron que existe preocupación por el bajo crecimiento económico y cayeron las previsiones de actividad de la economía estadounidense de 2,4 a 2,2 por ciento para este año, mientras que redujo la expectativa de inflación de 1,6 a 1,2. La tasa de interés en niveles cercanos a cero es una de las principales herramientas de política económica aplicadas en Estados Unidos tras el estallido de la crisis financiera internacional en 2008 para intentar recomponer el nivel de crecimiento y empleo.