El Banco Central mantuvo ayer su política de altas tasas de interés para frenar la demanda de dólares. En su habitual licitación de letras, instrumento utilizado para contraer o expandir la liquidez de los bancos, mantuvo en 38 por ciento la tasa rectora de corto plazo, mientras que la elevó para los plazos más largos. La medida está teniendo un impacto acotado en el precio de la divisa estadounidense. Ayer finalizó una rueda volátil con un descenso de apenas cinco centavos, hasta los 14,93 pesos. El precio estuvo en tensión durante toda la rueda por un aumento en las órdenes de compra de los bancos frente a una liquidación que todavía sigue siendo insuficiente. La entidad que conduce Federico Sturzenegger no intervino pero las reservas aumentaron en 40 millones de dólares hasta los 29.871 millones.

El Central está utilizando el aumento de las tasas de interés tanto para desalentar que el ahorro se dirija al dólar como para tratar de bajar la inflación enfriando la economía. Ninguno de los dos objetivos se está alcanzando, dado que la suba en las tasas no se está trasladando a los rendimientos de los depósitos pero sí a los préstamos, lo que paraliza la actividad crediticia. “El uso de la tasa de interés como herramienta central es la práctica habitual en países con metas de inflación, régimen hacia el que esta autoridad monetaria está transitando”, señaló el Central en su informe.

El BCRA utilizó estas tasas también como incentivo para captar parte de la liquidez volcada al mercado por el giro de 15.000 millones de pesos al Tesoro nacional. “Esa expansión fue parcialmente compensada por una contracción neta vía operaciones de Lebac por un total de 11.533 millones de pesos, de los cuales 4470 millones fueron absorbidos en la licitación de ayer y el resto en operaciones de mercado secundario desde el miércoles pasado”, agregó. Sin embargo, la liquidez de los bancos es alta y comenzó a evidenciarse una mayor demanda de estas entidades por dólares. En el mayorista, donde operan bancos y empresas, el billete verde cerró en 14,69 pesos, con una baja de 16 centavos, luego de que en la apertura superara los 15 pesos.

En la Bolsa porteña, las acciones líderes subieron en promedio 0,4 por ciento, impulsadas por un nuevo avance de los papeles de Petrobras. Los activos de la petrolera brasileña ganaron un 1,7 por ciento y fueron otra vez los más negociados con 44 millones de pesos. En títulos públicos se destacó la baja generalizada de los bonos en dólares, por el recorte del tipo de cambio sobre el cierre de los negocios. En tanto, a partir del cambio de índice de inflación para la actualización del CER, pasando a utilizar el de San Luis en lugar del porteño (ver página 11), los bonos que se ajusten según ese índice fueron los más castigados. Los bonos Cuasipar y Discount en pesos retrocedieron 2,6 y 1,4 por ciento respectivamente.