[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El derrumbe de la producción que se conoce por datos sectoriales que cada cámara va difundiendo adquiere toda su dimensión cuando se informa el consolidado de la industria. Pese a que hace un esfuerzo para relativizar el fuerte derrape, el reporte de la ultraliberal FIEL conocido ayer es contundente en la cifra: en abril, la industria registró un retroceso del 6,1 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior. En un notable cambio de tono de cuando distribuía el mismo comunicado durante el kirchnerismo, culpando a la entonces estrategia económica heterodoxa del “estancamiento” sectorial, ahora no menciona el impacto de las medidas ortodoxas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri como razón de la fuerte caída, sino que la explica por “la intensidad inusual de las lluvias que afectaron el normal funcionamiento de algunas actividades, fundamentalmente agroindustriales”.

La fuerte crisis industrial que se precipitó con la megadevaluación, el tarifazo y la apertura comercial tiene su impacto en el empleo. Según el relevamiento realizado por el CEPA (Centro de Economía Política Argentina), realizado en base a fuentes sindicales, cámaras empresarias y publicaciones de los medios, en ese mes de derrumbe de la producción se perdieron 14.316 puestos.

El Índice de Producción Industrial de FIEL muestra una caída del 3 por ciento en abril respecto al mes anterior incluyendo factores estacionales, mientras que si estos se corrigen, la actividad igual se redujo en 0,6 por ciento. En el primer cuatrimestre de 2016 la industria registra un retroceso interanual de la actividad del 2,1 por ciento.

A nivel de ramas de actividad, en el acumulado para el primer cuatrimestre del año y en la comparación interanual, tres sectores registran un crecimiento de la producción: Insumos Químicos y Plásticos (7,9 por ciento), Alimentos y Bebidas (3,5) e Insumos Textiles (1,2). La producción de Papel y Celulosa se muestra estancada (-0,1 por ciento), mientras que la de Cigarrillos acumula una caída del 1,9 por ciento. Las restantes actividades industriales presentaron en el acumulado para el primer cuatrimestre, caídas de la producción superiores a la del IPI: Petróleo Procesado (-3,8 por ciento), Metalmecánica (-8,0), Minerales no Metálicos (-8,6) y la producción siderúrgica (-11,8). La industria automotriz continúa siendo el sector con mayor caída de la producción, acumulando una caída del 13,2 por ciento en el primer cuatrimestre.

La presentación del reporte con datos cuatrimestrales le permite a los economistas liberales de FIEL eludir informar la debacle mensual en cada uno de las ramas industriales. De todos modos, más allá de la intencionalidad política de suavizar el derrape industrial, FIEL no puede ocultar que “las perspectivas de corto plazo no muestran un cambio” aunque en el revitalizado tono optimista que despliegan desde hace cinco meses dice que “se espera una normalización de los factores climáticos” y que “la pérdida de ritmo en la caída de la producción automotriz contribuye a que la actividad industrial modere su retroceso”.

Tomando en cuenta la clasificación de la actividad industrial por el tipo de bienes, Fiel detalla que la producción de Bienes de Consumo No Durable mostró un crecimiento del 2,7 por ciento en el primer cuatrimestre del año en relación al mismo período de 2015, mientras que Bienes de Consumo Durable lideran la contracción de la actividad en el primer cuatrimestre de 2016 al retroceder en la comparación interanual 11,8 por ciento.