La canasta básica de alimentos, que fija la línea de indigencia, se ubicó en 6524 pesos en julio para una familia tipo, con un alza mensual del 3,4 por ciento, según informó el centro de estadísticas de la ciudad de Buenos Aires. La canasta básica total, que fija la línea de pobreza e incluye la satisfacción de otras necesidades básicas del hogar, sumó 12.979 pesos, con un alza del 2,1 por ciento. El proceso inflacionario, pese a las declaraciones reiteradas de funcionarios de Cambiemos acerca de la desaceleración de las remarcaciones en los últimos meses, continúa desgastando la capacidad de compra de la población, puesto que las canastas de consumo son cada vez más costosas cuando se las compara contra el salario y la jubilación mínima. Este retroceso en el poder de compra, que fue más violento en los sectores más vulnerables de la sociedad, impactó en el movimiento del mercado interno, donde se observaron bajas notables en las ventas de productos tradicionales para los hogares, como la carne.

El informe de la Dirección de Estadísticas de la Ciudad Autónoma detalló que, entre enero y julio, la canasta básica de alimentos pasó de 5327 a 6525 pesos para una familia compuesta por una mujer y un varón, ambos de 35 años, activos, con dos varones de 6 y 9 años, propietarios de la vivienda en la que residen. Esta descripción refiere al hogar tipo uno que es representativo de la población. El salario mínimo en enero era de 6060 pesos y, por tanto, excedía en apenas 733 pesos el valor de una canasta básica alimentaria. En julio, el salario mínimo fue de 6810 pesos, con lo cual su excedente sobre el valor actualizado de una canasta básica, es de sólo 285 pesos.

Esta canasta, según se aclara en el documento de la Ciudad, es representativa de los hogares de la ciudad de Buenos Aires y del área metropolitana. Cuando se tiene en cuenta la canasta que representa solamente a los hogares de la capital, el desgaste de los ingresos es todavía más marcado. El informe del centro de estadísticas porteño publicó que en enero la canasta alimentaría representativa de la ciudad de Buenos Aires era de 5741 pesos, tan sólo 319 pesos por debajo de un salario mínimo. En junio, último dato publicado, el costo de la canasta básica porteña ascendió a 6888 pesos, quedando 78 pesos por encima del salario mínimo.

El documento sobre líneas de indigencia y pobreza del centro de estadísticas porteño no sólo informó el valor de la canasta de alimentos para un hogar tipo uno, sino que se detallaron los montos para distintas composiciones de los individuos en las viviendas de la capital y el conurbano bonaerense. En un hogar tipo dos, en donde hay un matrimonio de adultos mayores, ambos inactivos y propietarios de la vivienda, la canasta alimentará pasó de 2689 a 3294 pesos entre enero y julio, lo que equivale a incremento acumulado del 22,5 por ciento. En el hogar tipo tres, con un varón de 25 años soltero, activo y propietario de la vivienda, avanzó de 1747 a 2139 pesos, al aumentar en 22,4 por ciento. En el hogar tipo cuatro, que se compone por matrimonio de dos adultos de 25 años, activos, sin hijos y propietarios de la vivienda, aumentó de 3231 a 3958 (22,5 por ciento). Finalmente, en el hogar tipo cinco, en el que reside una pareja de adultos de 25 años, activos, sin hijos y no propietarios de la vivienda, pasó de 3231 a 3958, al marcar una suba idéntica a la del hogar tipo cuatro. Alimentos fueron uno de los rubros que más aumentó en los últimos meses.