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En momentos de máxima tensión en la negociación con los acreedores externos, el presidente Néstor Kirchner no desaprovecha tribuna para reafirmar la postura argentina, ni utiliza metáforas para defender la quita del 75 por ciento exigida sobre el valor de la deuda. “No es ni un capricho ni una posición intransigente cuando digo que podemos pagar el 25 ciento de la deuda: Los que dicen que hay que pagar más son los que se robaron la Argentina”, dijo ayer en San Nicolás, donde entregó fondos para la construcción de viviendas a través de cooperativas. En una visita cargada de gestos políticos, el gobernador provincial Felipe Solá, y el mandatario santafesino Jorge Obeid dieron su “expreso apoyo” al Gobierno en su lucha contra los fondos buitre.
El primer gesto de esta nueva fecha bonaerense de la agenda del Presidente fue el escenario mismo del encuentro: San Nicolás es tierra del titular de la bancada justicialista en Diputados, José María Díaz Bancalari, que estuvo en la entrega de los 714 mil pesos otorgados en el marco del Plan de Emergencia Habitacional que prevé la construcción de 270 viviendas en ese municipio. Según dijo a Página/12 Díaz Bancalari, Kirchner confirmó la realización del acto durante la gira que compartieron por España.
Como en casi todas las visitas de Kirchner a la provincia, la temperatura rondaba los 30 grados. El Presidente se mostró emocionado cuando recordó a un ex compañero de militancia nacido en San Nicolás. “Hoy se me rompió el corazón cuando supe que está desaparecido mi amigo Gustavo Minucchi”, expresó. Frente al palco, en primera fila flameaban banderas de movimientos de desocupados locales, del PJ bonaerense en apoyo de Solá, y de la Federación Tierra y Vivienda (FTV). Aunque sin ánimos de protagonismos, el líder de la FTV, Luis D’Elía, no faltó a la cita.
“Queremos convivir integrados al mundo pero también es hora de que ese mundo les ponga freno a los fondos buitre y los bancos insaciables, y si me pusieron de presidente, hay que tener el coraje y lo que hay que tener para actuar con dignidad”, dijo Kirchner en el Club Regatas, el mismo lugar donde Juan Domingo Perón prometió en 1947 que San Nicolás sería el mayor polo industrial de América latina.
En búsqueda de apoyo tierra adentro, Kirchner recibió el respaldo de Solá y de Obeid en las negociaciones con los bonistas, y disparó contra algunas actitudes de la prensa que consideró en sentido contrario. “Lamentablemente, algunos dicen que defender nuestros intereses es sobreactuar”, dijo el jefe de Estado, acompañado por el intendente local Marcelo Carignani, los ministros de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; del Interior, Aníbal Fernández; de Planificación Julio De Vido, y de Salud Ginés González García, que también es local, pero por nacimiento.