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El aumento de las jubilaciones que prepara el Gobierno está “en estado avanzado de estudio”. En cambio, para los sueldos de los empleados públicos “no hay aumentos previstos en el corto plazo”, así como tampoco se analiza una baja de las retenciones sobre las exportaciones agropecuarias. Estas fueron algunas de las definiciones que entregó ayer Roberto Lavagna desde Estados Unidos, destino para reunirse con inversores y para participar de la asamblea de primavera del FMI y el Banco Mundial. El ministro rechazó además las presiones para incrementar el superávit fiscal de parte de la número uno interina del organismo, Anne Krueger.
Sobre las jubilaciones, Lavagna dijo que el tema “está en estado avanzado de estudio, pero lo veremos más tarde. No quiero dar ninguna precisión porque todavía estamos trabajando”. El ministro fue más categórico para rechazar un incremento de los sueldos de los empleados del Estado. “No habrá subas en el corto plazo”, sostuvo, y señaló que a pesar del fuerte excedente fiscal “no habría recursos para aumentar” los haberes y para mantener los incrementos en el largo plazo. Un eventual ajuste salarial “sería engañar a todos, a los empleados públicos y al resto de los argentinos, porque si se da lo que no se tiene se termina entregando dinero sin valor”.
Los sindicatos estatales preparan paros y actos de protesta para presionar por una actualización de haberes. Aunque la posición de Lavagna es terminante, Alberto Fernández se muestra más permeable a discutir un aumento salarial. Es otra de las diferencias que exhibe el Gobierno por estas horas.
Respecto de la insistencia del FMI por un mayor superávit fiscal, Lavagna sostuvo que “el Gobierno se mantendrá en lo firmado y esperamos que del otro lado también cumplan sin esperar que se introduzcan cambios a lo firmado hace pocos meses”.