ECONOMíA › DESPUES DEL ACUERDO, AA QUIERE HABLAR DE TARIFAS
Aguas prepara el terreno
“En este acuerdo no están previstos aumentos tarifarios, pero seguro que a partir del 2005 habrá que ver.” El “habrá que ver” equivale a un reclamo de suba de tarifas, anticipado de ese modo por el director general de Aguas Argentinas, Jean Bernard Lemiere. Un día después de la firma del acuerdo entre el Gobierno y la empresa para comenzar a renegociar el contrato de concesión, uno de los máximos ejecutivos de la compañía blanqueó cuál será su postura en esa discusión. Néstor Kirchner había remarcado en la firma del convenio que ese entendimiento es un “ejemplo” a seguir por el resto de las privatizadas.
“Nosotros no hemos negociado con el propósito de convertirnos en modelo, sino de encontrar soluciones prácticas adaptadas al contexto político, económico y social” del país, señaló Lemiere. El convenio resulta muy favorable para la empresa, ya que consiguió la suspensión del pago de multas por más de 10 millones de pesos, no se bajó del juicio contra Argentina por la devaluación y, lo más importante, logró sentarse a una mesa para rediscutir su contrato cuando, por largos meses, estuvo cerca de perder la concesión por sus repetidos incumplimientos en la prestación del servicio.
“Debo decir que es cierto que los últimos meses fueron difíciles, pero desde principios de 2003 pusimos el rumbo para tratar de buscar soluciones a problemáticas muy concretas. Creo que al final prevaleció el trabajo de la empresa y de la gente de Aguas Argentinas”, destacó Lemiere. Lo que resultó determinante para que la empresa pudiera seguir al frente de la concesión fue el respaldo del gobierno francés al argentino en el directorio del FMI. Aguas Argentinas está controlada por la francesa Suez. Kirchner y Lavagna quisieron asegurarse la continuidad de ese apoyo en el organismo internacional, y el gobierno francés estaba muy interesado en la suerte de la prestadora del servicio de agua y cloacas.
Lemiere también dijo que las obras que hace la compañía son financiadas por ella. En rigor, trabaja con dinero recaudado de los usuarios, ya que no hay aportes genuinos de capital.