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El secretario de Energía de la provincia de Chubut, Ezequiel Espinosa, sería el futuro titular de Enarsa, la inminente empresa estatal de energía cuya creación fue anunciada esta semana. Espinosa podría estar acompañado por el dirigente de Mercado Bursátil Luis Corsiglia y el economista Aldo Ferrer, según se analizaba ayer, quienes tendrían el carácter de directores eméritos de la nueva compañía a integrar con un 53 por ciento de capital estatal de la Nación, un 12 por ciento por las provincias y el 35 por ciento restante a través de la venta de acciones en oferta pública.
Por otra parte, avanza el proyecto conjunto de Argentina, Brasil, Bolivia y Venezuela para conformar una empresa petrolera conjunta, que se denominaría Petroamérica o Petrosur. Según trascendió ayer, comenzaría a funcionar con el apoyo crediticio del Bndes (Banco Nacional de Desarrollo de Brasil) y tecnología del mismo país vecino y la de China.
La primera tarea a encarar por la futura compañía mixta será un relevamiento de datos geológicos para detectar nuevas reservas. En este sentido, el aporte de Brasil se considera decisivo, ya que ese país ha desarrollado intensamente la tecnología de explotación de pozos off shore. Argentina ya celebró un acuerdo con la Universidad de San Pablo para la transferencia de esa tecnología a emplear en la confección de un nuevo mapa geofísico del subsuelo con crédito del Bndes.
Para esa tarea de exploración también se apelaría a la tecnología de Rusia y de China, que ostentan una firme especialización en la rehabilitación de pozos inactivos. De ese modo, Argentina podría aprovechar el combustible residual en aquellos lugares que ya fueron abandonados por el sector privado. Según conjeturan fuentes cercanas al Gobierno, esta empresa podría atraer la participación de capitales chinos a Enarsa, a través de la suscripción de títulos que se ofrecerán en la Bolsa.
“Es la única forma de recuperar la soberanía energética”, sentencia la diputada Alicia Castro, miembro de la Comisión de Energía y Combustibles, quien estuvo trabajando en la idea de una empresa continental en los últimos dos años. Pero mientras la legisladora argumenta a favor de Enarsa, la industria hace saber oficiosamente sus críticas a la iniciativa oficial de crear una empresa testigo en el sector energético.
Desde algunas empresas petroleras se subraya como un déficit casi insuperable el hecho de que la compañía estatal tenga que comenzar a operar sin reservas propias y opinan que, en particular para la explotación de la plataforma submarina, hubiera bastado con reformar la legislación vigente para extender los actuales permisos de exploración que se conceden al sector privado también a las áreas off shore. “Si la ley ya prevé aquel mecanismo, ¿para qué crear Enarsa?”, se preguntaba ante este diario una fuente privada.