ECONOMíA › LA INFLACION DE MAYO FUE DE 0,7 POR CIENTO. SUBA DE ALIMENTOS
Precios que se están calentando
El ritmo de inflación se ha acelerado. Alimentos y Bebidas e Indumentaria lideran las subas. Hubo otro ajuste en el gas de garrafa.
La inflación de mayo fue del 0,7 por ciento, con lo que en el último trimestre el crecimiento del Indice de Precios al Consumidor (IPC) se estabilizó en un nivel más alto. El 2,2 por ciento registrado por el Indec en sólo tres meses podría augurar un alto nivel anualizado que afectará el poder de compra de los asalariados y el de los sectores más vulnerables de la población. También podrían generarse dificultades en todas las deudas ajustadas por inflación.
Tras el cimbronazo posdevaluatorio y la posterior estabilización de precios, que duró alrededor de un año, la inflación como fenómeno estructural parece haberse normalizado como indicador de la puja distributiva. El argumento de la devaluación y la dolarización de los commodities fue reemplazado por el de los precios “retrasados”. A su vez, el nuevo escenario refleja una vez más el funcionamiento de los mecanismos de formación de precios de la economía. En este sentido, el desglose sectorial de las variaciones resulta bastante gráfico. Las áreas donde se produjeron las subas más fuertes son alimentos, indumentaria y combustibles.
Aunque la canasta básica alimentaria, utilizada para la determinación de la línea de indigencia, registró una suba del 0,1 por ciento, un crecimiento mucho menor al del IPC, la variación de precios en el rubro Alimentos fue mucho mayor, alcanzando el 0,9 por ciento en el mes y el 3 por ciento en el año. En el caso de Bebidas, se destacan los aumentos en las alcohólicas, 10 por ciento en lo que va del año, y de las infusiones, que subieron 1,8 por ciento en el mes (8,4 en el año). La razón aquí fue el fuerte aumento de la yerba mate, que desde diciembre pasado sumó un alza del 18,7 por ciento.
Otros de los rubros que evolucionaron muy por encima de la inflación es el de la Indumentaria, con 1,2 por ciento en el mes y 5 por ciento en el año. En este punto llama la atención el comportamiento del sector textil, que tras la salida del régimen de convertibilidad creció sustituyendo importaciones, el que vuelve a contarse entre los que más remarcaron sus precios. La ropa, por ejemplo, aumentó su valor el 1,3 por ciento en el mes y el 5,8 en el año. En el caso de los textiles para el hogar, el ajuste es aún mayor, pues se remarcaron el 1,9 por ciento en el mayo y 8,4 por ciento en los primeros 5 meses. Vale recordar que el textil es uno de los lobbies más activos en materia de demanda de protección de mercados, pero al parecer la “invasión de productos brasileños” tuvo poca incidencia en la competencia de precios.
Y si de mercados oligopolizados se trata, no pueden dejar de destacarse los combustibles. En mayo el gas natural comprimido y el gas en garrafa se contaron entre los productos que más aumentaron sus precios, el primero un 8 por ciento y el segundo el 4,1 por ciento. Todo esto en un marco en el que el Gobierno recurrió al aumento de las retenciones y logró retrasar la suba de las naftas y, en el caso de las dos petroleras más grandes, también del gasoil.
Entre los sectores que permanecieron estables siguen contándose los servicios con precios regulados, entre ellos todos los de comunicaciones. Es precisamente esta regulación la que sigue determinando que los bienes aumenten de precio más que los servicios. En mayo los primeros subieron el 0,8 por ciento y los segundos, el 0,6 por ciento. Otro rubro que permaneció relativamente estable, muy ligado a los niveles de ingreso de la población, fue el de Alquileres, cuyos precios, a pesar de las publicitadas alzas en algunas zonas, continúan sin mayores variaciones en el agregado. Crecieron el 0,1 por ciento en mayo y el 0,5 en los primeros 5 meses.