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“Ahora comienza la verdadera batalla del revocatorio presidencial”: con esa frase el presidente Hugo Chávez le dijo a su país en discurso nacional que aceptaba el anuncio de la autoridad electoral de que la oposición venezolana consiguió las firmas suficientes para convocar a la consulta. Refiriéndose a los cantos de victoria de sus oponentes y apoyándose en la simbólica espada de Simón Bolívar, dijo: “En mi espíritu no hay una pizca de derrota”. Chávez cumple el cuarto año de un segundo turno presidencial, signado por un efímero golpe de Estado militar-empresarial (del 11 y 12 de abril de 2001) y un paro petrolero opositor –en diciembre de 2002 a febrero de 2003– dirigido contra el mayor flanco productivo del país. El líder populista precisamente señaló esas instancias como “el costo en golpe de Estado y atropello a las instituciones de la oposición” hasta este momento inédito de “democracia participativa”. Chávez salió de esas dos tentativas. Ahora dijo: “Vamos a probar la figura (de referéndum revocatorio), es el comienzo del juego”.
En la tarde de ayer, el directivo del Consejo Nacional Electoral (CNE) Jorge Rodríguez, anunció que la oposición logró 2.451.821 firmas válidas, por encima de las 2.436.083 que se requieren para materializar la consulta –el 20 por ciento del registro electoral como exige la Constitución–. Rodríguez dijo que estas cifras son preliminares, aunque según él “probablemente se mantenga esta tendencia”. Más tarde, Chávez coincidió: “Creo que es imposible revertir la cifra”. El mandatario se presentó ante la cámara al lado de la figura de Cristo y habló de “la siembra” en el reino de Dios. Se remontó al 5 de agosto de 1999 para señalar el inicio de la siembra de la “democracia vital” y leyó el capítulo de la figura del referendo revocatorio que él mismo presentó a la Asamblea General Constituyente. Insistió en que es necesario que a la mitad del mandato el pueblo debe juzgar a su gobernante. “Por eso hoy es un día de victoria.” El llamado a referéndum revocatorio forma parte de una enmienda insertada en la Constitución venezolana de 1999 a instancias del propio Chávez.
El mandatario señaló que la oposición por primera vez toma el carril de la democracia, y directamente aludió a las “familias enlutadas” tras el golpe “apoyado internacionalmente” en abril de 2001. El golpe de Estado del 11 de abril de ese año –que separó a Chávez del poder por 47 horas– fue fugaz, al ser devuelto al poder por un grupo de oficiales y decenas de miles de seguidores que bajaron de los cerros caraqueños al grito de: “¡Volvió, volvió!”. Desde allí, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, se instaló en Caracas y abrió la mesa de negociación entre chavistas y antichavistas. Ayer, el presidente de Venezuela aludió al otro accionar opositor: el sabotaje petrolero –también se refirió a la campaña mediática–. Del 2 de diciembre de 2002 al 2 día de febrero de 2003 la oposición desató una huelga de 63 días para forzar la salida del mandatario, lo que perjudicó la vital industria petrolera, con pérdidas de al menos 10.000 millones de dólares y 18.000 despedidos del sector. Pero Chávez sobrevivió con sus símbolos: la Biblia, la boina roja, la Constitución bolivariana –la que mostró otra vez en su presentación televisiva–.
El camino hacia la recolección de firmas tuvo la mediación de la OEA, el ex presidente norteamericano Jimmy Carter –con el centro que lleva su nombre– y el Grupo de Amigos de Venezuela (Brasil, Chile, México, Estados Unidos, España y Portugal) en el verano de 2003 y puso fin al paro petrolero. En noviembre del año pasado los opositores llevaron a cabo las 4 jornadas de firmas.
Se había fijado una fecha para el referendo, el próximo 8 de agosto, pero deberá ser ratificada oficialmente. Si Chávez pierde el referendo, habrá elecciones presidenciales en los 30 días siguientes, según las normas constitucionales. Tras conocerse las cifras adelantadas por el CNE, el líder opositor Enrique Mendoza, gobernador democristiano del Estado Miranda (se extiende desde el este de Caracas), afirmó que la alianza antichavista Coordinadora Democrática recabó 2.569.584 firmas, 133.501 más que las requeridas para impulsar el referéndum.
Por otra parte, Rodríguez del CNE anunció que nueve diputados opositores serán sometidos a referendo revocatorio, al completarse en los procesos de validación las firmas requeridas y que éstas no se obtuvieron en el caso de otros cuatro diputados opositores y uno oficialista. Los partidarios de Chávez dominan con 84 parlamentarios la Asamblea Nacional de 165 escaños. La mañana de ayer de Caracas, en medio de la expectación política, fue una jornada de disturbios en el centro. Al parecer, presuntos seguidores de Chávez atacaron las sedes de un diario y una televisora, quemaron neumáticos y varios vehículos, según informes concordantes. El diputado socialdemócrata Rafael Marín se desplazaba en su automóvil y fue golpeado en la cabeza en las cercanías de la sede de la Asamblea Nacional. El alcalde opositor Metropolitano de Caracas, el opositor Alfredo Peña, afirmó que la sede de la alcaldía, ubicada en la Plaza Bolívar del centro histórico capitalino, fue blanco de disparos. Los reportes señalaron que hubo ataques a la sede de la televisora privada opositora Radio Caracas Televisión (RCTV), ubicada en el sector de Quinta Crespo del centro.
El anuncio augura un avispero político. Mientras ayer los opositores se daban la victoria, los seguidores de Chávez apoyaban al mandatario afuera de Miraflores. La oposición anunció una marcha de sus adeptos para mañana y el chavismo hará otra movilización el domingo.