ECONOMíA › PERSPECTIVAS ECONOMICAS DEL PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL
Prat ve señales en dos direcciones
Alfonso Prat Gay señaló que la economía muestra señales de agotamiento transitorias. A la vez piensa que este año se crecerá 8 por ciento. Destacó la suba del crédito y relativizó alertas externas.
Por Claudio Zlotnik
“La economía muestra señales de agotamiento transitorias, pero que se podrían haber evitado.” Alfonso Prat Gay formuló un diagnóstico que provocará un disgusto a Roberto Lavagna. Quizá también a Julio De Vido ya que, en forma implícita, el banquero central responsabilizó a la crisis energética por el mal trance. No obstante, Prat Gay fue categórico también al asegurar que la economía crecerá este año un 8 por ciento, por encima de las proyecciones del propio ministro de Economía.
El discurso de Prat Gay en la inauguración de las Jornadas Monetarias y Bancarias comenzó una hora y media más tarde de lo pautado. Afuera, bloqueando los distintos accesos al Banco Central, la gremial del banco organizó una ruidosa protesta que impidió el ingreso de los invitados. Los panelistas pudieron ingresar, de a uno, por una entrada alternativa del edificio aprovechando una distracción de los sindicalistas. El presidente del BC les dedicó un par de pasajes de su alocución: “debe quedar muy en claro que un puñado de bombos y alguna decena de estómagos llenos no deben nublar nuestra misión fundamental: mejorar el nivel de vida de todos los argentinos. Especialmente el de 17 millones de compatriotas que no llegan dignamente a fin de mes”.
Luego de su crítica, Prat Gay explicó que la clave de su pronóstico de crecimiento para este año es “el resurgimiento del crédito”. De acuerdo con la estadística que presentó, en el trimestre marzo-mayo, el otorgamiento de préstamos bancarios creció a un ritmo del 32 por ciento anual. Esto significa que, en términos netos, el crédito al sector privado se expande en unos 400 millones de pesos por mes. Describió, además, otro dato importante sobre la economía: el 75 por ciento de ese crecimiento se destina al sector comercial. “En los años ‘90, la mayoría era para financiar el consumo y otorgar créditos hipotecarios.”
El banquero restó relevancia a los cambios en el contexto internacional. Apuntó que el precio de la soja sigue siendo muy superior al de hace un año –“y el boom no tuvo que ver con la recuperación económica”–, mientras que la tasa internacional continuará, aun con los ajustes previstos, en una escala baja. La única variable por la que Prat Gay se mostró preocupado fue por la disparada del precio del petróleo.
En línea con este panorama, las entidades financieras están mostrando una normalización de su actividad: Prat Gay dijo que se nota “una importante evolución de la rentabilidad”. “Hace un año, la cartera irregular era del 20 por ciento. Hoy es de alrededor del 7 por ciento”, aseguró.
Justamente, “el restablecimiento del crédito” fue el tema del último panel de la tarde. Participaron los banqueros: Mario Vicens (ABA), Carlos Heller (Abappra) y Ricardo Camandone (banca especializada). Y representantes del sector productivo: Eduardo Baglietto (construcción) y Teo Zorraquín (productores agropecuarios).
Javier González Fraga, moderador de la mesa, dio pie para la polémica al asegurar que existe aversión de las pymes a pedirles prestado a los bancos por las altas tasas de interés. Y manifestó que en distintos países, como en Brasil y hasta en Estados Unidos o Europa, la banca pública y la cooperativa fueron protagonistas en prestar masivamente y barato. En ese diagnóstico coincidió Baglietto, de la construcción, mientras los banqueros mostraron gráficos para demostrar que el crédito se iba recuperando junto al crecimiento económico. Camandone, no obstante, admitió que para llegar a los mismos niveles de la década pasada, el crédito a los privados debería multiplicarse por 11 (1000 por ciento). Mientras que Vicens rescataba la década del 90: “El crédito bancario creció del 15 al 25 por ciento del PIB”, aseguró.
Era el final. Afuera ya se habían callado los bombos.