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Después de mucho tiempo, la Argentina vuelve a pelear por los primeros puestos de los rankings económicos. En su último informe, la Cepal (Comisión Económica para América Latina) estimó que el PIB argentino se expandirá 7,1 por ciento este año, apenas por detrás del venezolano (12 por ciento) y del uruguayo (9,1 por ciento). De esta manera, el organismo internacional que dirige el ex ministro de la Alianza José Luis Machinea se puso en el medio de la estimación más cautelosa de Roberto Lavagna (6,5 por ciento) y la más optimista de Alfonso Prat Gay (8,0).
De acuerdo con las previsiones hechas por la Cepal en Chile, el conjunto de América latina crecerá este año un 4,5 por ciento. Una recuperación muy importante después de las crisis que atravesaron los distintos países a partir de mediados de la década pasada. El año pasado, la economía de la región se expandió un 1,5 por ciento, en promedio.
Según el documento difundido ayer, el motor de la expansión regional son las exportaciones, que están respondiendo al favorable contexto internacional dado por la recuperación de algunas economías desarrolladas –como Estados Unidos y Japón– y al empuje de la economía china, que beneficia a los países productores de materias primas.
Este marco, no obstante, podría empeorar en el corto plazo ante los cambios en el contexto internacional: se nota una brusca baja en los precios de los commodities y, en forma simultánea, se aguarda un alza de la tasa de interés en Estados Unidos.
Otro punto conflicto refiere a la cuestión social de los países latinoamericanos. A pesar de los dos años consecutivos de crecimiento, la Cepal advirtió que la tasa de desempleo sigue siendo elevada –del 10,3 por ciento promedio en el primer semestre de 2004–, índice que desciende muy lentamente a pesar de la recuperación, mientras casi la mitad de los habitantes de la región vive en condiciones de pobreza.
Sobre la inflación, la Cepal prevé un índice “algo menor” para este año. En 2003 fue del 8,5 por ciento en promedio.