ECONOMíA › MINISTROS Y PETROLERAS EN UN ASPERO CONTRAPUNTO
Para el Gobierno son todos cuentos
Los ministros Julio De Vido y Roberto Lavagna arremetieron contra las petroleras. El de Planificación criticó el comportamiento de Petrobras al aumentar las naftas. El de Economía evaluó como “cuentos” las quejas de las petroleras por las retenciones.
La reunión del Consejo de las Américas que ayer convocó a los principales empresarios del país y a la plana mayor del Gobierno sirvió de escenario para un nuevo capítulo de las tensiones entre el Ejecutivo y las empresas petroleras. Luego de los escarceos con la brasileña Petrobras, acusada por el Poder Ejecutivo de no respetar el acuerdo para no aumentar precios, el ministro de Planificación, Julio De Vido, calificó de “epopeya” la creación de la estatal Enarsa, firma que, a su juicio, permitirá solucionar los problemas de abastecimiento energético generados por la “crisis de crecimiento” de la economía. Por su parte, el titular de Hacienda, Roberto Lavagna, respondió directamente a las demandas de los petroleros. Sostuvo que las presuntas violaciones de contratos, cambios en las reglas de juego y desincentivos a la inversión aducidos durante el encuentro “son todos cuentos”.
De Vido, por su parte, eligió otro camino para marcar la cancha y destacó el rol del Estado en la dinamización de las inversiones del sector privado, poniendo como ejemplo la creación de la empresa Energía Argentina S.A., en la que “el sector privado y el Estado participarán en forma conjunta”. La tarea fue considerada por el ministro como “una epopeya”. “El Senado de la Nación tratará mañana (por hoy) el proyecto de ley que permitirá la creación de Enarsa, una de las respuestas que el Gobierno está dando a la crisis de crecimiento que experimentó nuestro país.” En este marco, el ministro también recordó los acuerdos energéticos firmados con Venezuela y Bolivia.
Ayer, Petrobras se apresuró a anunciar el descubrimiento de un nuevo pozo de gas y petróleo en la provincia de Santa Cruz, pero las relaciones con el Gobierno continúan deterioradas luego de que el propio presidente Néstor Kirchner planteara al canciller brasileño, Celso Amorin, su disconformidad con la actitud de la compañía en el mercado local.
La complementación entre los sectores público y privado destacada por De Vido también contrastó con las expresiones de algunos de los petroleros presentes en el encuentro del Council. Richard Cohagan, de la estadounidense Chevron Texaco-San Jorge, sostuvo que las retenciones castigan el crecimiento de las empresas. “Las inversiones petroleras se hacen pensando a 25 o 30 años, por eso las circunstancias actuales las desincentivan.” A través de las retenciones, el Estado se lleva “dos tercios de las ganancias del up stream (exploración y extracción)”, se quejó. Además, en lo que ya es una muletilla sectorial, el empresario aconsejó al Gobierno que “no aísle los precios internos de los internacionales”, lo que significa dejar que los ya aumentados valores internos de los combustibles suban hasta igualar los precios promedio mundiales, y esto en un mercado con el barril cerca de 45 dólares. Cohagan también aconsejó que se respeten los contratos y que las reglas de juego sean claras.
Las palabras del directivo de Che-vron-San Jorge fueron respondidas directamente por Roberto Lavagna, quien dejó de lado los eufemismos para afirmar que “todo esto de violación de contratos, cambios en las reglas y desincentivos son todos cuentos”. El ministro sostuvo que en un contexto de ganancias extraordinarias, los mecanismos tributarios son la única herramienta de que dispone el Estado para participar de esos beneficios. En este sentido explicó que otros países, como por ejemplo Chile, realizan esta captación de superrentabilidad a través de empresas estatales o mixtas, un argumento que apuntaló las declaraciones de De Vido respecto de Enarsa.
El ministro de Planificación también sostuvo que “la inversión en infraestructura es tanto un incentivo para mejorar la productividad de las empresas como una herramienta contra la pobreza y las brechas de desigualdad”. Como ejemplo citó que estas inversiones se traducen en “buenos caminos, buenos puertos, buenos sistemas de transporte y telecomunicaciones”, todos los cuales constituyen “factoresdemocratizadores” que justifican el rol del Estado como “dinamizador de la inversión”.
En otro orden, el titular de Planificación se mostró confiado en alcanzar un acuerdo en la renegociación de los contratos con las empresas de servicios públicos. “Está en marcha el acuerdo con Aguas Argentinas y con Telefónica existe un acuerdo de inversiones comprometidas y el mantenimiento de las tarifas hasta fin de año.” También se refirió al sector eléctrico, del que dijo que se trabaja con las empresas “para alcanzar un acuerdo en los próximos días”, concluyó.
En un repaso de su gestión De Vido dijo que la administración actual inició “1152 obras públicas, que han significado trabajo para 95 mil compatriotas e impactado en forma indirecta sobre unos 275 mil argentinos en todo el país”.