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Las diez salas de la Cámara de Apelaciones del Trabajo tratarán hoy en forma conjunta una denuncia de los jueces de su Sala X. Según los magistrados Gregorio Corach, Héctor Scotti y Julio Simón, un grupo de dirigentes del sindicato camionero, que llegó encabezado por Pablo Moyano, hijo del co-secretario general de la CGT, Hugo Moyano, los agredió de palabra y de hecho a raíz del fallo por el que revocaron el convenio firmado por los camioneros con la empresa Carrefour y convalidado por el Ministerio de Trabajo. Scotti dijo a este diario que los camioneros lo tomaron de la camisa con vehemencia y uno le preguntó: “¿Cómo le digo a mi hijo que me bajan el sueldo?”. El camarista dijo que en el fallo por el cual la representación de los 350 camioneros de Carrefour vuelve por ahora al sindicato de Comercio de Armando Cavalieri, “hicimos la salvedad de que no podía implicar la reducción de los salarios de los trabajadores”. El episodio muestra las tensiones que subsisten al interior de la CGT unificada, en la que Moyano y Cavalieri representan a dos sectores opuestos.
La resolución contraria a Moyano sólo fue votada por Scotti y Simón, ya que Corach (hermano del ex ministro del Interior) se excusó. Fue firmada hace tres semanas, antes de que se iniciara la feria judicial y notificada a la Federación mercantil, que era la única parte involucrada. El lunes 2 de agosto la Cámara notificó al fiscal y cuando éste devolvió el expediente, lo remitió al juzgado de primera instancia. El martes 3, Scotti vio por la ventana de su despacho, en Diagonal Norte y Libertad, a un par de centenares de personas, algunos con camperas de camioneros y banderas verdes, que cantaban: “Si lo tiran a Moyano al bombo, va a haber quilombo”. A raíz de ello solicitaron auxilio policial, que se concretó en dos funcionarios uniformados y dos de civil, que dialogaron con los manifestantes, entre ellos Pablo Moyano. Media docena de ellos subieron para encarar a los jueces. “Hemos recibido muchas veces a trabajadores, pero nunca nos pasó algo así, nos increpaban, en un ambiente muy pesado. Uno de ellos dijo ‘vamos a ir a la casa de ustedes con las familias de los compañeros’. El abogado Héctor Recalde, quien llegó cuando el diálogo ya había comenzado, logró sacar a dos o tres afuera. Sé que había varios más en la escalera”.
Los camaristas comunicaron lo sucedido a la Corte Suprema de Justicia, al Consejo de la Magistratura y a la jefatura de la Policía Federal y pidieron mayor seguridad. Ayer aparecieron en el edificio volantes que llamaban a los jueces “pagados por Carrefour y Cavalieri”. Los jueces entienden que uno de los propósitos de la demostración fue forzarlos a excusarse por violencia moral cuando el expediente vuelva a su sala, cosa que con alta probabilidad harán. “Es un antecedente que no se puede dejar pasar, pero no sé qué vamos a resolver”, agregó Scotti.
El acuerdo revocado se firmó en febrero, luego de un conflicto de seis meses. Todos los trabajadores de Carrefour estaban encuadrados en el convenio mercantil, salvo tres centenares de camioneros de una empresa de logística adquirida por los supermercadistas franceses. El conflicto se desató cuando Carrefour intentó darles también a ellos el encuadre en la federación mercantil, lo cual implicaba una reducción salarial. Los camioneros paralizaron primero el centro de distribución de Carrefour en Esteban Echeverría y luego bloquearon los accesos a un numeroso grupo de hipermercados para forzar a Carrefour a negociar. Pese a su negativa inicial, la empresa accedió a firmar un convenio protocolizado por el ministerio de Trabajo, por el que esos trabajadores volvían a su encuadramiento original en el sindicato de camioneros. El gremio de Cavalieri recurrió a la Justicia y en segunda instancia obtuvo la medida cautelar que buscaba y que no implica la resolución definitiva dellitigio. La representación sindical no puede dirimirse en una medida cautelar, sino en el juicio de fondo, dijeron.

Informe: Diego Martínez