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Las generadoras eléctricas tienen plazo hasta el 30 de agosto para aceptar o rechazar la propuesta que les hizo el Gobierno para transformar acreencias por 450 millones de dólares contra Cammesa en aportes a un fondo para inversiones en el sector que manejará el Estado. Cammesa es la administradora (mixta) del mercado eléctrico mayorista, y como tal es la responsable de pagar a las generadoras las compensaciones por mayores costos resultantes de los aumentos del fuel oil y más recientemente del gas que utilizan en las usinas. Pero como las tarifas residenciales siguen congeladas, dichos mayores costos no pudieron trasladarse y, por lo tanto, fueron acumulando una deuda en favor de las generadoras. El Gobierno había propuesto capitalizar dichas deudas en un fondo fiduciario, que aplicaría esa suma a la construcción de una nueva central térmica en el área de Rosario cuando Cammesa lograra reconstituir su caja. Pero la discusión con las generadoras aún no cerró y, en consecuencia, la Secretaría de Energía dispuso ayer correr el plazo esperando alcanzar un acuerdo. La central proyectada en Rosario tendría una capacidad de 850 mw y se alimentaría con el gas proveniente de Bolivia que transportará el futuro Gasoducto Nordeste.