ECONOMíA › LA CGT OFICIAL SE REUNIO CON EL PRESIDENTE DUHALDE
Encuentro entre compañeros
Los “gordos” se fueron con la promesa presidencial de convocar al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil. Los sindicalistas reclamaron aumento de salario pero no presionaron con ningún plan de lucha.
Después de un largo período de bajo perfil, la conducción de la CGT oficial que encabeza Rodolfo Daer se reunió ayer con el presidente Eduardo Duhalde, a quien le presentó un petitorio con nueve puntos, en el que piden que se convoque a una “comisión intersectorial de ingresos, precios y remuneraciones” para discutir una aumento de salarios. En la reunión, Duhalde aceptó convocar al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, a pesar de que el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, había descartado cualquier suba de sueldos en la función pública. Los “Gordos” de la CGT oficial festejaron la decisión presidencial, aunque en ningún momento amenazaron con un paro u otra medida de fuerza.
“Nosotros no dijimos ‘venimos a que nos aumenten los salarios’”, admitió ayer a Página/12 uno de los miembros del consejo directivo de la CGT oficial luego de la reunión con Duhalde. Esa confesión revelaba la nueva estrategia de la dirigencia cegetista: como saben que en este momento no pueden amagar con una medida de fuerza, propusieron al Ejecutivo que instrumente un aumento de sueldos por medio de un mecanismo de compensación que beneficie a los empresarios, como la desgravación de los impuestos de IVA y ganancias.
Además de reclamar una suba de los sueldos que permita compensar la pérdida del poder adquisitivo, los representantes de la CGT solicitaron que se elimine el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) y pidieron una “profunda reforma impositiva” que sea progresiva y recaiga sobre los sectores económicamente más poderosos. También insistieron en que los precios se retrotraigan a diciembre, en especial los productos de primera necesidad, y pidieron que se implemente de una vez la canasta familiar que Duhalde había anunciado la semana pasada desde Costa Rica.
La comitiva de la CGT –integrada por Daer, Oscar Lescano, Luis Barrionuevo, Carlos West Ocampo y Armando Cavalieri, entre otros– aprovechó la ocasión para quejarse por los dichos de Remes Lenicov, quien el lunes había asegurado que “el sector público no puede ni pensar en aumentos de salarios”. “No puede ser que en gobierno justicialista no se pueda hablar de la variable ingresos, que es una variable fundamental del peronismo”, se quejó ayer un alto dirigente cegetista en diálogo con Página/12. Según dos miembros del consejo directivo de la CGT, Duhalde les dijo que la opinión del ministro de Economía “fue un error”.
Los líderes cegetistas se entusiasmaron con la respuesta del Presidente. “El hombre reaccionó enseguida y nos entendió”, remarcó a este diario un sindicalista que participó de la reunión. De todas formas, los hombres de la CGT prevén que en los próximos días el Gobierno estará condicionado por las negociaciones con el FMI. Por eso, aunque confían en que el ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof, convocará al consejo del salario, saben que el Ejecutivo no avanzará mucho hasta que consiga de la asistencia financiera. Y admiten que, mientras no llegue la ayuda del Fondo, no convocarán a ninguna medida de fuerza que pueda resultar antipática a Anoop Singh.
“Duhalde nos dijo que compartía lo que nosotros planteamos pero que la apuesta a acordar con el Fondo los obliga a tener una política de moderación de gastos”, contó a este diario uno de sindicalistas. Por el Ejecutivo estaban, además de Duhalde y Atanasof, el ministro de Salud, Ginés González García, el vice de Economía, Jorge Todesca, y los secretarios José Pampuro y Aníbal Fernández. Todos escucharon los argumentos de los líderes cegetistas, que dijeron que ante la inflación y la suba de precios, el Gobierno debe compensar de alguna forma la caída del poder adquisitivo. Y que la única alternativa es “regular el sueldo a través de un consejo de salario”. “Se dejó al Estado tan débil, que no se puede hablar de precios máximos, ni concertados ni de ley de abastecimiento.”
La reunión con Duhalde puso de manifiesto los cambios de los “Gordos” de la CGT, que en los primeros tres meses de gestión de Duhalde han variado varias veces de táctica. Primero se mantuvieron en silencio. Luegopidieron que los precios volvieran a los valores de marzo. Y finalmente, después de dos meses, reclamaron un aumento salarial para compensar el impacto de la inflación. Así enfrentaron la encrucijada que los puso a prueba: estaban ante un Gobierno del mismo signo político, inmerso en una compleja negociación con el FMI, y no querían complicarle las cosas. Pero, al mismo tiempo, la suba de precios y la inflación los obligaba a reclamar una suba de sueldos. Todavía se mueven entre esos fuegos.