[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

En tanto ayer trascendía que el viernes el FMI analizará el pedido argentino para prorrogar vencimientos por 1000 millones de dólares que operan de aquí a hasta fin de año, el ministro de Economía reiteró que la propuesta de canje de bonos a los acreedores está cerrada y descartó una nueva instancia de diálogo. De esta manera, el jefe del Palacio de Hacienda pretendió echar por tierra la posibilidad de que el presidente Néstor Kirchner pudiera tener un encuentro con los acreedores durante su estada en Nueva York, la semana próxima, para reabrir las negociaciones.
Pese a que aún no figura en la agenda del FMI, distintos medios internacionales coincidieron en afirmar que el viernes 17 el directorio del organismo va a estudiar el pedido del gobierno argentino para postergar el pago de 1000 millones de dólares que la Argentina debe realizar hasta diciembre. El primer pago por postergar es por casi 300 millones de dólares y vencería el próximo lunes.
Roberto Lavagna dio una respuesta direccionada al Comité Global de Acreedores (GCAB) que co-representan Nicola Stock y Hans Humes, quienes en las últimas horas y por distintas vías habían reclamado que el Gobierno reabriera una nueva discusión con los bonistas. Lavagna aseguró que este reclamo “viene como un año y medio tarde” y expresó que las negociaciones ya terminaron.
El ministro consideró que los tenedores de bonos de deuda “se acordaron tarde de mandar un mensaje conciliador” al gobierno argentino y subrayó que ahora “hay que mandar esos mensajes a los mercados”. La expresión del ministro fue en respuesta a uno de los líderes del GCAB, Hans Humes, quien aseguró que los números de ese grupo “no están lejos de los del Gobierno”, después de haber insistido en que la propuesta del país era “inaceptable”.
Enfatizó que “ahora vamos a dejar que hablen los mercados: (la oferta) será pública” y aseguró que “quienes crean conveniente entrar, tomarán su decisión”. El jefe del Palacio de Hacienda afirmó que no habrá “ninguna argucia más” y dijo que “en la economía capitalista la última prueba es el mercado y ahora vamos a ir a los mercados”.