ECONOMíA › ALTA DEPENDENCIA DE LAS EXPORTACIONES PRIMARIAS
Crudo, oleaginosas y después
Reprimarización, simplificación industrial, desarticulación productiva. Son tres expresiones que molestan en el Ministerio de Economía, pero que las cifras del comercio exterior se empeñan en mostrar. En la última década, las exportaciones se concentraron, de manera creciente, en las llamadas commodities. Los complejos oleaginoso y petrolero representaban en 1995 el 30,1 por ciento de las ventas al exterior. En lo que va de 2004 ya alcanzan el 45,9 por ciento. Esto significa que un cambio en el contexto internacional actualmente favorable podría revertir seriamente el ciclo expansivo que experimenta la economía argentina.
Las conclusiones pertenecen a un reciente trabajo del Centro de Estudios Bonaerenses, CEB, que evalúa el desempeño exportador argentino en los primeros siete meses del año y en perspectiva histórica. Se trata de las cifras probablemente más negras de la economía argentina si se excluyen, claro, los elevados índices de pobreza e indigencia. La razón es que “el modelo” no está funcionando. A pesar del dólar recontra alto, las exportaciones no se recuperan si se las mide en cantidades. El resultado solo es positivo por los elevados precios internacionales.
A la vez, cuando se analiza el contenido del comercio, se destaca tanto la citada reprimarización como la desarticulación productiva; con el crecimiento se reduce el superávit por el aumento de las importaciones, porque la producción local demanda bienes de capital e insumos del exterior.
Durante los primeros siete meses del año las exportaciones aumentaron a una tasa del 11,7 por ciento mientras que las importaciones lo hicieron un 69,4 por ciento. Aunque el déficit de divisas todavía está lejos, la tendencia es preocupante. Con la actual estructura productiva, el crecimiento continúa asociado al déficit externo.
Si se toma aisladamente el crecimiento de las exportaciones, el 76,9 por ciento estuvo compuesto por MOA, Manufacturas de Origen Agropecuario, el 30,7 por bienes industriales y 5,3 por combustibles. La suma da más de 100. Ello se debe al “aporte negativo” de los Productos Primarios cuyas exportaciones cayeron el 12,9 por ciento.