ECONOMíA
“La equidad es estímulo al crecimiento económico”
Esa frase fue pronunciada por el académico reconocido internacionalmente Julio H. G. Olivera en la inauguración de las jornadas que definirán el Plan Fénix 2, en la Facultad de Ciencias Económicas.
Los economistas y docentes de distintas universidades nacionales que integran el denominado Grupo Fénix iniciaron ayer la segunda convocatoria al debate para la elaboración de un plan económico alternativo. Entre las propuestas a tratar se destacan un replanteo de la relación con el Fondo Monetario Internacional, la puesta en marcha de una estrategia de desarrollo autónomo y la renegociación de la deuda pública mediante una quita en el capital y los intereses.
Cuando en setiembre del año pasado arreciaba la fuga de capitales que terminó de minar las bases de la debilitada Convertibilidad, un grupo de economistas vinculados a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires decidió unirse en la creación de un proyecto de análisis y propuesta alternativa de mediano plazo. El resultado fue la primera versión del Plan Fénix. Entre sus propuestas, heréticas en su momento, se destacaban la salida del sistema de tipo de cambio fijo y la renegociación de la deuda externa. Ahora, cuando estas cuestiones fueron superadas, antes que por decisiones de política económica por la fuerza de los hechos, el proyecto del Plan Fénix intenta actualizarse. Las nuevas conclusiones surgirán luego de las tres jornadas de debate inauguradas ayer.
Según destacaron sus organizadores, el punto central ya no serán las propuestas de mediano plazo, sino la urgencia para superar la crisis mediante “una estrategia de crecimiento con equidad”. Además, se profundizará en aspectos microeconómicos que antes sólo se trataban tangencialmente, como los problemas de desarrollo tecnológico y de economías sectoriales, entre otros.
En una conferencia de prensa ofrecida en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA por algunos de los participantes del Plan, Abraham Gak, coordinador del grupo, consideró que “hasta hace un año el pensamiento único nos decía que la Argentina sólo podía acoplarse al orden mundial de los centros de poder, pero ahora vivimos un momento de inflexión en el que la sociedad lo cuestiona pública y colectivamente”.
Sobre las diferencias entre la salida de la convertibilidad esgrimida por el grupo en septiembre pasado y el esquema actual, el economista Marcelo Lascano señaló que “nosotros habíamos planteado la salida (de la convertibilidad), pero vía un proyecto con consistencia macroeconómica. No se podía salir de cualquier manera y el Gobierno enfrentó el tema con una devaluación y posterior liberación del tipo de cambio, que no tuvieron consistencia ni ninguna estrategia exportadora detrás”.
Respecto del Fondo Monetario Internacional los economistas recomendaron, antes que la ruptura total, una negociación con el organismo, pero recién cuando se haya formulado “un plan integral social y de desarrollo”.
Javier Lindemboim, agregó que las tratativas con el Fondo deben ser planteadas en términos políticos antes que económicos y vía el Grupo de los 7. “Cuando el sábado pasado el Fondo anunció que daría todo el apoyo que requiriese al nuevo gobierno de facto de Venezuela, demostró que no son precisamente técnico económicos los temas en los que se fija”, agregó.
En el acto de apertura de las jornadas, el presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, Julio H. G. Olivera, explicó que la necesidad de reconstruir el crecimiento es imperiosa, pues en el actual contexto de movilidad internacional de capitales, “el capital tiene aversión al estancamiento”. Así, “la falta de crecimiento se convierte en una fuente adicional de subdesarrollo”. Olivera consideró también que “la condición de equidad como objetivo de la política económica” no debe representar “una restricción que acota superiormente la tasa de crecimiento”. Por el contrario, “la adecuada provisión de bienes públicos, especialmente la de bienes públicos de índole ética como la equidad”, representan “un estímulo de crecimiento”. “No hay en este campo ningún conflicto o tensión entre la racionalidad técnica y la racionalidad ética, entre la eficiencia productiva y el deber público. He aquí el denominadorcomún, la idea de la crisis, el alfa y la omega de los documentos que constituyen el Plan Fénix”, concluyó.
Entre quienes participan del Grupo Fénix se cuentan, además de los mencionados, Oscar Oszlak, Daniel Azpiazu, Alejandro Rofman, Jorge Schvarzer y Mario Rapoport. En lo que es una muestra de la heterogeneidad de sus integrantes, en esta segunda etapa también participarán el economista de la CTA Claudio Lozano y la ex diputada radical Beatriz Nofal. Las conclusiones de las deliberaciones serán expuestas en el acto de cierre, que se hará mañana viernes en la misma facultad, por el ex ministro de Economía y profesor de la UBA, Aldo Ferrer.