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La rebaja de impuestos finalmente no empezó por el IVA ni resultó demasiado importante: se limitó a la eliminación del impuesto al cheque para movimientos entre cuentas corrientes y plazos fijos, y a la postergación de un vencimiento de Ganancias que estaba previsto para diciembre, a fin de incentivar el consumo durante las Fiestas. Roberto Lavagna hizo ayer el anuncio tras reunirse con Néstor Kirchner. Tal vez lo más significativo fue la promesa del ministro de que el Gobierno intensificará la política de reducción de la presión tributaria, aunque, como es su costumbre, rehusó hablar de plazos y montos.
Uno de los aspectos más controvertidos del impuesto al cheque era su aplicación a las transferencias de fondos entre cuentas propias. A partir de ahora, ya no habrá que pagar cuando el dinero se mueva de un plazo fijo a una cuenta corriente, o viceversa, siempre y cuando ambos depósitos estén en el mismo banco. La tasa que regía era del 0,5 por mil (0,05 por ciento) para los débitos en cuenta corriente destinados a la colocación de plazos fijos no mayores a 15 días –que existían cuando Domingo Cavallo creó el impuesto en 2001–, y del 1 por mil (0,1 por ciento) para las colocaciones de hasta 35 días.
Lavagna admitió que la medida busca alentar la constitución de plazos fijos, que habían ingresado en un “amesetamiento”. También dijo que “está en línea con una política de fondo que es ir reduciendo progresivamente el peso del impuesto a las transacciones financieras”. El impacto fiscal será limitado: apenas de 20 millones de pesos mensuales, cuando el impuesto al cheque aporta mensualmente más de 660 millones. “Queremos mejorar la rentabilidad del ahorro financiero”, completó el jefe del Palacio de Hacienda.
Economistas identificados con el sistema financiero valoraron la decisión del Gobierno. “Es una muy buena noticia que puede ayudar a alargar los plazos de los depósitos y, en consecuencia, de los prestamos”, destacó Miguel Kiguel, ex jefe de asesores de Roque Fernández. Por su parte, el consultor Carlos Melconian dijo que este impuesto “no sólo había que eliminarlo, sino que no debió haber existido nunca porque era un absurdo que una misma persona pagara por una transacción de una cuenta a otra de su propiedad”. En la misma línea, el economista Aldo Abram afirmó que “esta medida debieron haberla tomado hace mucho tiempo”, porque la presencia de este impuesto “era uno de los motivos por los cuales los plazos fijos no subían”.
El secretario de Hacienda, Carlos Mosse, reconoció anteayer en un encuentro de tributaristas en Córdoba que el Gobierno considera como “absolutamente distorsivo” el impuesto al cheque, pero sostuvo que se lo eliminará totalmente cuando la situación fiscal esté consolidada. Desde ámbitos progresistas, se reclama una reforma tributaria integral, que corrija el problema de fondo de la regresividad del sistema impositivo, antes que producir retoques parciales. Para los economistas de la city, en cambio, la supresión del impuesto al cheque es una prioridad. Así lo dijo Abram, de la consultora Exante, quien aseguró que el gravamen “está contribuyendo a la desbancarización, porque operar en el sistema financiero es carísimo”.
El otro anuncio de Lavagna fue la postergación de un vencimiento de Ganancias originalmente programado para diciembre. En este caso, la intención fue liberar a las empresas de ese compromiso en un mes en que habitualmente tienen más necesidades de efectivo. El fisco postergará la recaudación de unos 710 millones de pesos, que ingresarán en 2005. La fecha exacta en que los contribuyentes deberán realizar el pago diferido se informará en las próximas semanas, señaló el ministro. La medida fue posible por el abultado superávit fiscal que el Gobierno ya se aseguró para este año. Ese dinero, en cambio, hará falta para cubrir gastos de 2005. El sentido “económico” de la medida es permitir “a familias y empresas, especialmente a las pymes”, contar con ese dinero en diciembre que “es un mes en el que por pagos de aguinaldos, vacaciones, o por gastos de las familias, hay un requerimiento adicional de dinero”, concluyó Lavagna.