ECONOMíA
El default se despide hoy y la city espera los nuevos bonos
Con un masivo ingreso en las últimas horas, el canje se cierra con una participación mayor a la esperada. El desprestigiado Nicola Stock jugó su última carta para desalentar a los bonistas.
En una jornada que promete ser agitada finaliza hoy el canje de deuda. Aunque nadie quiere hablar de cifras, ayer se produjo un fuerte ingreso de fondos tanto en Estados Unidos como en Europa. En la plaza local la adhesión, de acuerdo con cifras oficiales, superó el 94 por ciento. Según todos los operadores y analistas, los ingresos más fuertes se producirán hoy. El Ministerio de Economía dijo que los bancos deben continuar las operaciones hasta el mismo cierre y, si es necesario, trabajar después de hora en el procesamiento. Los bancos italianos y los japoneses que integran el autodenominado Comité Global de Acreedores, GCAB, realizaron un último intento por restar bonistas a la operación.
El ministro Roberto Lavagna insistió, ante la pregunta repetida, en que no existirá ninguna dilación en los plazos establecidos. “El cierre formal” será hoy “a las 20 hora de la Argentina, por la diferencia horaria con el cierre de la Bolsa de Nueva York”, afirmó. A partir de ese momento comenzará “la instancia de recuento como en un proceso electoral”, agregó. Aunque no se descuenta que puedan trascender algunas cifras extraoficiales a partir del mismo cierre, la información del resultado oficial se dará a conocer recién el próximo jueves 3 de marzo. Lavagna dijo también que por ahora “no viene” ninguna misión del FMI, con lo que desmintió algunos trascendidos en este sentido.
En tanto, desde el Ministerio de Economía se advirtió que hoy los bancos deben recibir las órdenes de canje de deuda hasta el horario de cierre. “Hemos recibido información del mercado de que algunos bancos locales rechazaron órdenes de canje aduciendo que no tienen tiempo para procesarlo. Eso no es así, las deben recibir hasta el último minuto y luego procesarlas”, sostuvo el vocero del Ministerio, Armando Torres. El funcionario sostuvo que el Banco Central se “está comunicando” con las entidades para que regularicen la atención.
Luis Corsiglia, titular de la Caja de Valores, informó que a nivel local la adhesión llegó al 94 por ciento el pasado miércoles. “El nivel está muy por encima de las expectativas porque creíamos que un 85 u 88 por ciento era un número anhelado.” La cifra operada el miércoles “fue importantísima; unos 666 millones de dólares netos”. Con lo que sólo restaban sin canjear “1400 millones de dólares a nivel nominal”, consideró Corsiglia.
Mientras los grandes bancos internacionales, como el Deutsche Bank, el Credit Suisse First Boston y el HSBC, recomendaron a sus clientes, a través de exhaustivos informes, que adhieran al canje de deuda, la banca italiana, a través de uno de sus representantes, Nicola Stock, también copresidente del GCAB, siguió apostando contra la operatoria. Ayer no sólo volvió a amenazar con demandas legales “en todos los tribunales”, locales e internacionales, para que los bonistas recuperen el ciento por ciento de lo invertido más los intereses, sino que también aseguró que, como ya lo hicieron muchas empresas que obtuvieron concesiones de servicios públicos, recurrirá al Ciadi, el tribunal arbitral del Banco Mundial para la protección de inversiones. Según Stock, las sentencias de este tribunal son “inapelables y vinculantes”. El mensaje apuntaba claramente a hacerles creer a los pequeños ahorristas desprevenidos que existen más alternativas para quienes no adhieran. En la misma línea, en un programa de la televisión estatal italiana (RAI), sostuvo que la Task Force Argentina, el sello a través del cual integra el GCAB, se haría cargo de los costos de litigar de los bonistas que se queden afuera. Evidentemente, se trata de una jugada desesperada. De acuerdo con cifras que se manejan en la Secretaría de Finanzas, los pequeños ahorristas italianos sólo conservaban 4000 de los 13.500 millones sobre un total de 14 mil que tenían al momento de declararse el default. Y de este resto, buena parte ya ingresó a la operación.
La movida anticanje también siguió en Japón. Allí, un portavoz del banco Tokyo-Mitsubishi, que integra el GCAB, dijo que la Argentina “omitió pasos del proceso”, como explicar el canje ante los propios interesados para que entendieran “cómo se llegó a las cantidades propuestas”. Sin embargo, la mayor parte de la deuda que estaba en poder de japoneses ya se encuentra en Estados Unidos, parte ya ingresó o se espera que ingrese al canje. Los datos que se tienen en el mismo Japón muestran que, con resignación, los bonistas entraron en su gran mayoría. La mayor parte de los 37.000 millones de dólares que decía representar el GCAB ya fue canjeada.