ECONOMíA › DESDE JAPON, LES RESTO
IMPORTANCIA A LAS EXPECTATIVAS DE INFLACION
Para Economía, todo está bajo control
Desde Okinawa, antes de partir hacia Alemania, Roberto Lavagna intentó quitarles dramatismo a las expectativas inflacionarias generadas en las últimas semanas. “No hay nada nuevo, la banda siempre fue de entre el 8 y el 10,5 por ciento”, dijo con respecto a lo que el Gobierno espera –como topes mínimo y máximo– de aumento de precios para el año. “Estamos trabajando para colocarnos en el ocho por ciento”, agregó. Parte de ese trabajo es la serie de acuerdos que se vienen firmando con sectores productores de alimentos, para obtener el compromiso de estabilizar los precios durante los próximos 90 días.
En respuesta a una entrevista hecha desde Buenos Aires por una radio local, el jefe del Palacio de Hacienda le restó importancia al salto en los índices de precios en los primeros tres meses del año, en los que particularmente los alimentos se incrementaron a un ritmo que generó preocupación en el Gobierno. La pretensión de las organizaciones sindicales de recuperar por vía de aumentos salariales el poder adquisitivo perdido fue respondido por el Ministerio de Economía con el argumento de que acceder a tales reclamos generaría mayores presiones inflacionarias.
En contrapartida, el Gobierno inició un proceso de acuerdos con los grandes grupos de productores de alimentos, buscando bajar un escalón en el nivel de precios de los bienes de consumo masivo y, a la vez, garantizar cierta estabilidad en los precios de la canasta durante los próximos 90 días.
El Centro de la Industria Lechera, a través de uno de sus directivos, ratificó ayer su compromiso de “dar cumplimiento” a la solicitud del gobierno nacional de reducir los precios de los productos lácteos de mayor peso en la canasta básica familiar. “Las ocho empresas firmantes representan el 50 por ciento del mercado lácteo, mientras que el resto se abastece por centenares de firmas, situación que asegura una competencia tal que impide cualquier manipulación de precios”, explicó en un comunicado Jorge Secco, gerente del CIL. El empresario agregó que “por tal motivo, la aplicación de esta reducción de precios implica un importante esfuerzo económico para las empresas involucradas, siendo además que esta medida se da tras la fuerte crisis que afectó al sector lechero en los últimos años, durante la cual se llegó a poner en riesgo el normal desenvolvimiento de todo el sector”.
El directivo destacó “la preocupación de estas empresas, agrupadas en el Centro de la Industria Lechera, al igual que del gobierno nacional, por no generar expectativas inflacionarias, de allí que se asumió esta actitud como contribución a la solución del problema presentado”. A fines de marzo, el Gobierno firmó con las principales industrias lácteas un acuerdo para reducir entre el 1,5 y el 8 por ciento el precio de la leche, los quesos cremoso y cuartirolo y el yogur entero bebible.