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En abril, el Banco Central compró en el mercado un promedio diario de 23,5 millones de dólares. Una intervención mucho más conservadora que la del mismo mes del año pasado, cuando las adquisiciones medias habían sido de 41 millones. En mayo, el escenario cambió en forma sustancial. La actitud de la autoridad monetaria fue mucho más agresiva y, en lo que va del mes, triplicó el monto de las compras de abril: adquirió un promedio diario de 71 millones. Semejante giro tiene una explicación. Según pudo saber Página/12, Néstor Kirchner le ordenó directamente a Martín Redrado que debía intervenir todo lo necesario para sostener el tipo de cambio y para acumular reservas. Ayer, el dólar quedó sin cambios en 2,90 pesos en las casas de cambio. Y el Banco Central volvió a subir las tasas de interés.
Con los 69 millones de dólares de ayer, el Central acumula compras por 849,5 millones en el mes, y ya superó la performance de mayo de 2004 (835 millones). El mandato de Kirchner a Redrado se produjo no bien quedó en claro que, este mes, la Tesorería estaría más limitada para intervenir en el mercado. Con el superávit fiscal previsto le alcanzaría para adquirir alrededor de 260 millones de dólares. Pero ese cupo quedó prácticamente cubierto en las primeras dos semanas del mes. No obstante, en la city especulan que el Banco Nación, brazo ejecutor de la Tesorería en el mercado, pasará a la ofensiva en las próximas jornadas: trascendió que la recaudación impositiva sería superior a la estimada y que Economía utilizará parte de esos recursos para comprar dólares y sostener la cotización.
Ante la mayor actividad en el mercado cambiario, Redrado se preocupa por enviar señales a los financistas. Partiendo de supuestos de la ortodoxia económica, en la city temen que las masivas compras de divisas determinen una excesiva emisión monetaria que reavive la inflación. Para demostrar que el Central cumplirá con el programa monetario y que, por lo tanto, la emisión se mantendrá controlada, Redrado realizó ayer una colocación record de Letras del BC (Lebac) y volvió a convalidar tasas de interés más altas. En la licitación, el Central colocó 1898 millones de pesos en Lebac, una operación record que le permitió sortear el vencimiento de 1400 millones. Quiere decir que la autoridad monetaria pudo absorber alrededor de 500 millones, a los que se sumaron otros 42,9 millones al haberse incrementado el volumen de pases pasivos (colocaciones de los bancos en el BCRA).
Las Lebac fueron emitidas a tasas de entre 5,30 y 8,33 por ciento anual, en plazos que fueron de 49 días a un año y medio de plazo. En los diferentes tramos, el costo se incrementó en alrededor de 0,1 punto porcentual, en promedio, respecto de la semana pasada. Una muestra de que los financistas creen que la tendencia alcista de las tasas puede continuar la dio el hecho de que el 70 por ciento de la emisión de Lebac fue colocada al plazo más corto, el de 49 días.
La estrategia de Redrado es seguida de cerca no sólo desde los bancos sino también desde Economía. Ni los financistas ni los funcionarios pierden de vista que, en el caso de los plazos más cortos, de uno a tres meses, las tasas de interés prácticamente se han duplicado desde comienzos de año. Una Lebac a 30 días, por ejemplo, a fin de 2004 rendía apenas el 2,80 por ciento anual y ahora supera el 5 por ciento. La misma tendencia se dio con los pases pasivos: la tasa que arrancó el año en 2,5 por ciento anual ya se ubica en 3,75 por ciento, y el stock se encuentra en 1133 millones de pesos. El riesgo que se corre es que los bancos vuelvan a preferir prestarle al Estado socio-bobo antes que a las empresas e individuos.
Desde el lado del Gobierno, la intervención en el mercado cambiario es ponderada no sólo por su impacto sobre el nivel del dólar, sino también por la posibilidad de seguir incrementando las reservas. En el Central hay 21.728 millones de dólares. Néstor Kirchner cree que la acumulación de divisas es un objetivo estratégico frente a la negociación con el Fondo Monetario.