[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Toda batalla debe transcurrir en un escenario. Y la provincia no podía ser la excepción. Mientras el Presidente se mantiene en silencio y posterga una definición, la pelea se concentra entre el gobernador Felipe Solá y la conducción del PJ bonaerense, el duhaldismo. En los últimos días, el enfrentamiento sumó dos nuevos frentes: la Justicia provincial —donde se está discutiendo la fecha de las internas, que Solá fijó para el 31 de julio– y el congreso partidario, que no se reúne desde hace un año y medio. La semana pasada, el duhaldismo convocó a los 900 congresales para el 29 de mayo en Lanús. La intención es expulsar por diez años a todo afiliado que se presente como candidato de otra lista. Ayer, el felipismo respondió con su propia convocatoria: luego de hacer cuentas, convocó a los congresales que le responden para el miércoles de la semana próxima en La Plata. Allí consagrarán la candidatura de Cristina Kirchner y propondrán que el PJ adhiera formalmente al Frente para la Victoria.
“Queremos limitar el margen de maniobra de los duhaldistas”, explicó a Página/12 un legislador felipista que participa del armado de la estrategia electoral. Dicho en otras palabras, los felipistas quieren obligar a sus adversarios a definirse sobre los temas que hasta ahora han esquivado: la postulación de la primera dama –apoyarla significa descartar la candidatura de Hilda “Chiche” Duhalde– y la adhesión del PJ bonaerense al Frente para la Victoria, el sello electoral que usará el Gobierno para competir por los cargos nacionales y provinciales.
Las resoluciones que tomen los felipistas no tendrán carácter oficial, salvo que logren reunir a más de la mitad de los congresales del partido (451 sobre 900). Cerca de Solá aseguran que cuentan con un número que “oscila entre 395 y 420”. Aun con esa cifra no podrían tomar resoluciones en nombre del PJ bonaerense. En el felipismo aseguran que la cuestión no les preocupa demasiado: el objetivo de esta convocatoria apresurada es “fijar la agenda” para que los duhaldistas, en el congreso partidario del 29 de mayo, se vean obligados a expedirse sobre Cristina Kirchner.
Apenas se enteró de la movida de Solá, Eduardo Duhalde llamó desde Rusia al apoderado del PJ bonaerense, Jorge Landau. Actualmente a cargo de los Registros del Automotor, Landau es el ingeniero electoral del duhaldismo. Fue él quien presentó la demanda judicial para que se adelante la fecha de las internas al 26 de junio. “Duhalde llamó a Landau para preguntarle si la Carta Orgánica del partido permite que sesionen con el tercio de los congresales”, confirmó a Página/12 un asesor del diputado Alfredo Atanasof. Tras las consultas de rigor, desde el duhaldismo reconocieron que los felipistas pueden autoconvocar a sus congresales.
Mientras el conflicto amenaza con trasladarse al congreso partidario, otros temas siguen pendientes. El más importante es la candidatura de Chiche. Esta semana, intendentes duhaldistas intentaron convencer a sus compañeros de que Chiche debería bajarse. Por ahora todo indica que quiere competir. “Si ella quiere ser candidata, estaré apoyándola. Y si no, también”, dijo ayer el propio Duhalde.