ECONOMíA › MAS MEDIDAS PARA ENDURECER CONTROLES A CAPITALES ESPECULATIVOS
Balas para bajar a las golondrinas
Tal como informara Página/12 el sábado pasado, Economía confirmó la existencia de maniobras para eludir las nuevas restricciones a capitales especulativos lideradas por agentes de Bolsa y algunos bancos. Roberto Lavagna adelantó ayer medidas para trabarlas.
Por Claudio Zlotnik
Roberto Lavagna confirmó ayer un anticipo de Página/12: se endurecerán los controles a los capitales golondrina. El ministro denunció la operatoria descripta por este diario en su edición del último sábado: “Hay sociedades argentinas que prestan su nombre” a inversores extranjeros para facilitar el ingreso de capitales especulativos burlando los controles, relató el ministro. Las nuevas medidas, prometen en Economía, frenarán el ataque especulativo que presiona a la baja al tipo de cambio.
Lavagna dijo que los inversores argentinos que en la práctica operan por cuenta y orden de los extranjeros “tendrán que comprobar fiscalmente el origen de esos capitales y decir de dónde los han sacado”. “Si no, estará claro que actúan como hombres de paja, para favorecer operaciones de tipo especulativo”, añadió. El ministro apuntó, genéricamente, sobre sociedades de Bolsa que están participando de la maniobra. Página/12 pudo saber que también hay bancos involucrados: los más activos son Mariva, MacroBansud y Merchant Bankers Asociados.
Además de la lupa impositiva, el ministro evalúa otra iniciativa para frenar el ataque: imponerles topes al volumen de operaciones financieras que los bancos y agencias de bolsa realizan con sus filiales en el exterior (off shore).
La operación para filtrar los controles no es ilegal. De hecho, antes de empezar a realizarlas, algunas entidades financieras hicieron consultas en el Banco Central, que se hizo el distraído. Concretamente, la maniobra consiste en lo siguiente:
- Como los inversores extranjeros tienen restricciones para ingresar sus dólares a la Argentina hacen el negocio a través de un banco o agencia de Bolsa local.
- El local es el encargado de comprar bonos en pesos para el inversor extranjero.
- Esos títulos son transferidos a su propia filial off shore. Lo más común es que la operación se haga vía Nueva York o vía Montevideo.
- Desde esas plazas se envían los bonos hacia el exterior mientras que allí se depositan los dólares del comprador extranjero.
- La sociedad de Bolsa y los bancos argentinos repatrian esas divisas (es legal porque no hay restricciones cuando se trata de residentes argentinos) y las venden en el mercado cambiario. Esa oferta de billetes verdes termina presionando sobre el tipo de cambio. Justo lo que el Gobierno quiere evitar.
El Banco Central se vio obligado a hacer compras record en el mercado para evitar la baja del dólar. El promedio del último mes fue de 77 millones de dólares. Incluso, Martín Redrado mantuvo reuniones, en las últimas semanas, con ejecutivos de empresas petroleras, mineras y grandes exportadoras para pedirles que difieran sus liquidaciones para descomprimir el mercado cambiario.
En un principio, la mayoría de esas compañías retuvo sus divisas ante la certeza de que la paridad cambiaria no se movería demasiado. Pero volvieron al mercado vendiendo fuertes sumas de dólares, no bien el Banco Central convalidó nuevas subas de las tasas de interés. En las empresas dijeron que lo hacían para no quedar afuera del buen negocio que Redrado les estaba proponiendo a los operadores: juntar pesos para hacerlos rendir en el negocio de las tasas. El encarecimiento en el costo del dinero está relacionado con la estrategia del Banco Central de esterilizar la mayor parte de los pesos que emite para comprar dólares en el mercado. Al final, la obsesión de Redrado por cumplir con el programa monetario había jugado en contra del objetivo de sostener la cotización del dólar.
El ajuste sobre los controles se producirá un par de semanas después de las últimas medidas que se tomaron para frenar la entrada de capitales especulativos. A principios de mes se impuso un encaje del 30 por ciento para las inversiones financieras provenientes del exterior. Y un plazo mínimo de permanencia de esos fondos de un año. Ahora, Lavagna pretende atrapar a las golondrinas que se escaparon de la jaulita y encerrarlas con doble llave.