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Cuando la Comisión de Juicio Político que encabeza avanzaba contra los miembros de la Corte Suprema lo llamaron el “Torquemada” del Gobierno. Los supremos fueron cayendo uno tras otro. “La tarea de control está concluida”, aseguró a Página/12 el diputado justicialista Ricardo Falú, el legislador que insistió en llevar al banquillo a Antonio Boggiano aun contra los deseos del oficialismo. Falú anunció que la comisión archivará unos 70 pedidos de enjuiciamiento contra los actuales jueces de la Corte y contra los ministros Aníbal Fernández, Julio De Vido, José Pampuro y Rafael Bielsa. “No cerramos las puertas ante nuevas presentaciones”, aclaró. El tucumano explicó que las denuncias que serán archivadas carecen de fundamentos. Y anticipó que se tomará “un tiempo”.
Falú describió que esos 70 pedidos de juicio “no prosperarían porque carecen de mérito o son demasiado antiguas”. Hay acusaciones contra Enrique Petracchi por el caso Cromañón y contra Elena Highton y Eugenio Zaffaroni por la pesificación, entre otras. Las denuncias contra los funcionarios del Ejecutivo serán “puestas a consideración (de la comisión), no pensamos guardarlas en un cajón, pero conozco el pensamiento de los integrantes y estimo que serán archivadas”, adelantó Falú. En el caso de Bielsa se lo acusa por una reacción tardía ante la inclusión de las islas Malvinas como territorio británico en la Constitución Europea. A De Vido lo cuestionan por haber avalado el pago de subsidios a Southern Winds, a Pampuro por haber respaldado a la Fuerza Aérea y a la Policía Aeronáutica y a Fernández por haber tenido conocimiento del tráfico de estupefacientes a España y haber minimizado su importancia.
–Este año termina su mandato. ¿Qué piensa hacer?
–No tengo ganas de seguir, todo tiene su ciclo y esto dejó de gratificarme espiritual y políticamente. Creo que he cumplido una tarea. Tengo los votos de mi provincia para volver pero creo que haré un alto en el camino.
–¿Se ha desgastado?
–Es obvio, se sienten las consecuencias físicas. Además, la tarea de control ha terminado y, en cuanto a legislar, el Congreso ha perdido su esencia porque la redacción de los grandes proyectos vienen promovidos desde el Ejecutivo, con escaso campo de deliberación y nula discusión en el bloque. No se discuten ideas.
–¿Siente que lo dejaron solo? ¿Está alejado del kirchnerismo?
–Tuve momentos de gran respaldo del bloque y del Presidente, pero también momentos de mucha soledad. Pero el compromiso y la coherencia me hicieron seguir. Sigo adhiriendo al originario proyecto Kirchner. Yo no me alejé, pero algún funcionario se equivoca si cree que soy su empleado para que me de órdenes que me hagan dejar de lado mi coherencia.