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La preocupación por los escándalos de sobornos que involucran a varios funcionarios brasileños e importantes miembros del partido del presidente Lula da Silva se hizo sentir ayer en los mercados financieros del vecino país y en Buenos Aires. Por primera vez, la situación política impactó en forma importante en ambos mercados. El dólar en Brasil pegó un salto de 2,395 reales del cierre del viernes a 2,485 reales al finalizar la jornada de ayer, mientras que las acciones y los bonos retrocedieron entre 2 y 3,5 por ciento, en una jornada cargada de tensiones por los temores sobre el futuro del gobierno brasileño. En Buenos Aires, en tanto, el intento del gobierno argentino por querer dotar de una dosis de confianza a la plaza financiera anunciando la suspensión de la emisión de títulos en pesos ajustables por la inflación dio el resultado contrario al esperado: las acciones y los bonos bajaron un escalón, presumiblemente influidos por el clima negativo de la región.
Los mercados financieros brasileños tuvieron una de sus peores jornadas en mucho tiempo. El real se depreció 2,67 por ciento, mientras que el índice de la Bolsa de Valores de San Pablo cayó 3,39 por ciento, bajo el impacto de una crisis política que hasta ahora había eximido a la economía. “El problema político está comenzando a afectar la confianza del mercado; la tendencia comenzó el viernes y hoy continuó”, fue la lectura del director de cambio de la corredora Novaçao, Mario Battistel, quien destacó sin embargo que “las noticias económicas siguen siendo favorables, la balanza comercial está espectacular y por tanto no justifica un cambio de tendencia así de abrupto en el mercado”. El viernes la Bolsa de Valores ya había cerrado en baja de 1,75 por ciento y el real se depreció 1,67 por ciento.
El primer indicio del impacto de la crisis política brasileña sobre los mercado especulativos estuvo dado por un informe de Merrill Lynch del viernes reduciendo la recomendación de compra de títulos de ese país. Aunque, según otros analistas, la recomendación de la evaluadora respondía al impacto esperado por la valorización de la moneda china y al discurso del presidente de la Reserva Federal estadounidense, Alan Greenspan.
Los más optimistas creen, sin embargo, que “mientras la crisis no afecte al presidente Luiz Inácio Lula da Silva o al ministro de Hacienda, Antonio Palocci, los mercados pueden volver a recuperar posiciones. Para el director de investigación de la corredora Planner, Antonio Vaz das Neves,
el mercado entra en “una semana decisiva”, especialmente con el testimonio esperado en la comisión del Congreso que investiga las denuncias de la esposa del publicista Marcos Valerio, el personaje central de la crisis.
Valerio abasteció de millonarios préstamos al gobernante Partido de los Trabajadores, según el ex tesorero Delubio Soares, quien creó con estos una contabilidad no declarada. El Congreso investiga si ese dinero sirvió para pagar a diputados a cambio de apoyo al gobierno. “El mercado comienza a asumir una posición de mayor protección, porque esas investigaciones se sabe como comienzan, pero no como terminan”, señaló a su vez el director de la corredora Pioneer, Joao Medeiros.
En Buenos Aires, la Bolsa de Comercio perdió 1,9 por ciento impactada por el derrumbe del mercado paulista. El Ministerio de Economía emitió un comunicado, por la mañana, informando que no emitiría más deuda en moneda local ajustada por CER. Pero ni así logró revertir la desconfianza del mercado y la actitud conservadora ante los acontecimientos políticos en el país vecino. Los títulos públicos locales también se vieron influenciados por la suba de tasas de los bonos norteamericanos.