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La crisis es tan grave y los precios suben de tal modo que el Indec suspendió la encuesta de expectativas empresarias correspondiente a mayo. Lo hizo entre los supermercadistas, sector al que dejó de preguntarle cómo imagina que evolucionarán sus ventas por la dificultad para prever nada. Esta decisión del organismo refleja con tanta claridad como los datos estadísticos el deterioro de la economía. En cuanto a las cifras, en abril las ventas de los supermercados cayeron un estrepitoso 31,5 por ciento, aunque por el aumento de precios la facturación bajó sólo el 2,5 por ciento, en ambos casos, en la comparación interanual.
Otro dato que aportó el Indec es que los precios de los artículos que se venden en los supermercados acumularon una suba del 44,7 por ciento entre enero y abril de este año, mientras que los volúmenes de compra cayeron el 17,3 por ciento, comparando el total del cuatrimestre contra igual período del año pasado. La suba del 44,7 por ciento es muy superior al 21,1 por ciento que aumentó la inflación minorista, y muestra cómo en los productos de consumo masivo el alza es mayor al promedio de los precios general. Esto es lo que provoca la sensación entre los consumidores de que el incremento de la inflación es mayor al que reflejan las cifras.
Los sectores de menores ingresos son los que más se ven perjudicados por los incrementos en los productos comercializados por los supermercados, ya que tienen una alta incidencia en la composición de su consumo. Durante el primer cuatrimestre, los artículos electrónicos que se venden en supermercados fueron los que más subieron, con el 70 por ciento. Le siguieron los de limpieza y perfumería (60,3%), alimentos (40%) e indumentaria (33%), según datos oficiales.
“Desde enero se está verificando un proceso de caída en los volúmenes de venta, pero con crecimiento en los precios”, indicó la coordinadora del Indec, Mabel de Risio. La recesión se profundiza, ya que la cantidad de artículos vendidos pasó de una baja del 9 por ciento en enero al 12,2 en febrero, 15,8 en marzo y al 31,5 por ciento en abril.
En los shoppings, donde las ventas no son de artículos de primera necesidad, la baja de abril alcanzó al 22 por ciento con respecto a igual mes del año pasado, y del 5,6 por ciento con relación a marzo. Con esta merma, las ventas totales en los grandes centros de compra durante el primer cuatrimestre retrocedieron el 26,2 por ciento.
A diferencia de lo que ocurría en años anteriores, el registro de ventas empieza a mostrar correlación con el deterioro de ingresos de la población. Es una evidencia más de que los efectos de la crisis se han extendido a sectores sociales que, hasta ahora, permanecían a salvo.