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El proyecto de Presupuesto 2006 lo dice sin vueltas: el Gobierno buscará sellar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario. La iniciativa oficial, alejada de la pirotecnia verbal anti FMI, propone incluso que el nuevo pacto prosiga con el proceso de desendeudamiento con los organismos. Es decir, que la Argentina continúe con los pagos netos de la deuda con esas instituciones. Los vencimientos totales con el Fondo del año que viene ascienden a 2017,5 millones de dólares.
El proyecto enviado al Congreso revela, en la página 69, que Economía ya tiene configurado el programa financiero del próximo año. Y que se diseñó tomando en cuenta que los organismos internacionales permitirán “financiar parte de los vencimientos con los mismos”. Y concluye: “Esto refleja la política de las autoridades nacionales de mantener un acuerdo con dichas instituciones que permita continuar con el proceso de desendeudamiento”. A continuación, el documento deja en claro que el nuevo acuerdo con el FMI será correspondido “con una política económica que fomente el crecimiento con equidad”.
La presentación al Parlamento de los compromisos financieros están expresados en pesos. Como la deuda en cabeza de los organismos se encuentra en dólares se hace necesario realizar la conversión a la paridad de 2,97 pesos por dólar, que es la proyección cambiaria que figura en el Presupuesto 2006.
Los compromisos con el FMI para el próximo año se dividen en 1626 millones de dólares en concepto de vencimiento de capital y otros 392 millones por intereses. No es todo. Entre el BID y el Banco Mundial vencen nada menos que 3057 millones de dólares (2375 millones de capital y 682 millones en intereses). La diferencia entre estos organismos y el Fondo radica en que el BID y el BM están habilitados a girar algunas líneas de préstamos aun en el caso de que no haya un acuerdo con el FMI.
Según consta en el proyecto de ley, el acercamiento con estos tradicionales acreedores de la Argentina forma parte de un estrechamiento en las relaciones con otros organismos financieros con menor exposición pública. Entre los más conocidos figuran la Corporación Financiera Internacional, la Corporación Interamericana de Inversiones y el Fondo Multilateral de Inversiones.
La iniciativa, por otra parte, también destaca que los compromisos con los organismos son apenas una parte de los vencimientos de deuda que la Argentina tendrá a lo largo de 2006. Hay que sumarles los bonos emitidos después del default. Y a los intereses que devenga la deuda reestructurada.

- En Boden y Préstamos hay que hacer frente a 4334 millones de dólares en concepto de capital y 1064 millones en intereses.

- Los nuevos bonos surgidos en la reestructuración obligarán a pagos de intereses por 664 millones de dólares.

- Dentro de un año, Economía destinará unos 360 millones de dólares a la recompra de títulos públicos en el mercado. Son los fondos correspondientes a la capacidad de pago no utilizada en el canje.

- Si se computa la totalidad de compromisos, la deuda pública argentina generará el año que viene compromisos por 23.014 millones de dólares (19.517 millones en vencimientos de capital y 3497 millones en intereses).
Tal como se vino haciendo este año, esos compromisos se solventarán con parte del superávit primario y con nuevas emisiones de títulos de la deuda. Una curiosidad que rescata el proyecto es que Venezuela se convirtió en uno de los acreedores más importantes: este año suscribió Boden 2012 por 557 millones de dólares.
Con los números a la vista, queda claro que aun después de la reestructuración, la deuda sigue siendo un problema para la economía argentina. De hecho, antes de que los legisladores empiecen a evaluar las proyecciones 2006, a Economía todavía le falta cerrar el capítulo de este año. La semana que viene estará muy activa: colocará 1000 millones de dólares en Boden 2015 y girará un pago de 290 millones al Fondo. Y todavía le quedarán por desembolsar 920 millones más.