EL PAíS › RECHAZARON LAS RECUSACIONES CONTRA SEIS LEGISLADORES
Una mala noticia para Ibarra
La medida fue tomada por la Sala Acusadora de la Legislatura, que debe resolver si corresponde o no enjuiciar al jefe de Gobierno. Hoy, en cambio, haría lugar a medidas de prueba pedidas por Ibarra.
Por Santiago Rodríguez
La Sala Acusadora de la Legislatura porteña que debe resolver si corresponde o no enjuiciar a Aníbal Ibarra por el incendio de República Cromañón rechazó ayer las recusaciones que el jefe de Gobierno formuló contra seis de sus integrantes. En términos técnicos, la mayoría de los legisladores argumentó que la recusación no es aplicable a los encargados de formular la acusación en un juicio político, mientras que en el plano político fueron muchos los que criticaron a Ibarra y lo acusaron de querer trabar el proceso abierto en su contra. Resuelto ese punto, los legisladores analizarán hoy mismo los planteos de nulidad presentados por Ibarra y las medidas de prueba y los testimonios que requirió como parte de su defensa.
La decisión de no hacer lugar a las recusaciones hechas por el jefe de Gobierno estaba tomada de antemano. La amplia mayoría de los miembros de la Sala Acusadora había dejado entrever que rechazaría la petición. La sesión realizada ante la atenta mirada de casi un centenar de familiares, que una vez más se hicieron presentes en la Legislatura para seguir de cerca las alternativas del juicio político a Ibarra, no deparó sorpresa alguna.
Los legisladores cuestionados por Ibarra son Jorge Sanmartino (Recrear), Rubén Devoto (Movimiento por un Pueblo Libre), Ariel Schifrin(Confluencia), los macristas Alvaro González y Martín Borrelli y Jorge Enríquez, quien llegó a la Legislatura por el macrismo y en octubre próximo buscará renovar su banca con partido propio. La continuidad de la tarea que vienen desempeñando fue avalada por casi todos los demás integrantes de la Sala Acusadora.
La defensa que ejercieron los propios acusados varió según cada caso. Schifrin, a quien Ibarra acusa de “enemistad manifiesta”, reivindicó sus diferencias con el jefe de Gobierno y lo acusó de “autoritario” por tratar de obstaculizar el trabajo de la Legislatura. “Tengo de este gobierno la misma opinión que del gobierno de (Carlos) Grosso”, agregó Schifrin, quien hace apenas un par de años era uno de los hombres de mayor confianza de Ibarra.
Borrelli coincidió en denunciar que Ibarra “ejerce un grosero y violento acto autoritario para anular uno de los poderes del Estado”. También se quejó de sus “chicanas políticas escondidas detrás de planteos procesales”.
“Forma parte todo de una patraña”, argumentó a su favor Enríquez. En su caso, Ibarra sostiene que se plantea un conflicto de intereses porque tuvo vinculación con la habilitación de El Reventón, el boliche que funcionaba antes de Cromañón en el local que se incendió en diciembre pasado. Enríquez advirtió que el jefe de Gobierno busca con sus planteos la “dilación” del proceso de juicio político y apeló después a un golpe de efecto: “Tengo la conciencia tranquila. A usted la gente le dice asesino.”
También fue efectista el cierre del discurso de Milcíades Peña, quien remarcó que “el jefe de Gobierno intenta en todos los casos manipular su situación” y llamó a sus pares a votar en contra de las recusaciones y a favor de la apertura del juicio político llegado el momento. “No se transformen en Ibarras. El futuro es negro así”, remató su alocución y de inmediato los familiares que siguieron la sesión desde los palcos irrumpieron con el ya clásico grito: “Los chicos, presente. Ahora y siempre”.
La Comisión Investigadora de la Sala Acusadora se expedirá hoy sobre los demás pedidos hechos por Ibarra en el marco de su defensa. La respuesta de los legisladores no será la misma que en el caso de las recusaciones. Según adelantan, las nulidades que plantea el jefe de Gobierno serán también rechazadas, pero en cambio se aceptarán la mayoría de las medidas de prueba y los testimonios que solicitó.