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La industria automotriz le reclamó al Gobierno que se pronuncie cuanto antes respecto de la fecha en que comenzará a regir el acuerdo de libre comercio con Brasil, al sostener que “es necesario un marco lo más previsible posible”. Así lo indicó el flamante presidente de la Asociación de Fábricas de Automóviles, el brasileño Felipe Rovera, quien señaló que “es importante tener definidas las reglas de juego de la industria automotriz”, en clara alusión a la decisión del Gobierno de suspender la entrada en vigencia de la Política Automotriz Común (PAC), prevista originalmente para el 1º de enero próximo.
Rovera, acompañado por Fernando Fraguio (Iveco), Cristiano Ratazzi (Fiat) y Juan Manuel Lardizábal (Renault), anunció que el sector tiene proyectado invertir 1350 millones de dólares en la Argentina hasta 2008. Aproximadamente mil millones corresponderían a las terminales, unos 250 millones forman parte de las inversiones de los autopartistas y los 100 millones restantes serían desembolsados por la industria siderúrgica en proyectos vinculados a la actividad automotriz. Destacaron que estas inversiones, en conjunto, permitirán la creación de 45 mil puestos de trabajo.
Rovera, desde ayer titular de Adefa, es también presidente de General Motors. Remarcó que el objetivo de la entidad es “alcanzar una producción de medio millón de vehículos en los próximos años”, después de llegar este año a un volumen estimado en 300 mil unidades, que se elevaría a 330 mil en 2006.
El Gobierno y Adefa presentaron ayer, además, un programa para mejorar el acceso de las pequeñas y medianas empresas autopartistas a los servicios de asistencia técnica, con el fin de mejorar la competitividad del complejo automotriz. El plan forma parte del Programa de Apoyo a la Reestructuración Empresarial (PRE), y contará con fondos por unos 100 millones de pesos, que aportarán el Gobierno, las empresas y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Federico Poli, explicó que el objetivo del programa es “subsidiar hasta el 50 por ciento de los gastos que se denominan precompetitivos, como certificar normas de calidad y de seguridad, modificar diseño del producto, hacer estudios de mercado, instalar nuevo software o avanzar en la informatización”. El funcionario detalló que el PRE cuenta con un presupuesto total de 18,5 millones de dólares, de los cuales cada empresa podrá recibir hasta 75 mil pesos.