El presidente Néstor Kirchner ratificó que se mantendrán los subsidios a los trenes “para que las tarifas no suban”, en el acto de apertura de la licitación de las obras del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento entre las estaciones de Plaza Once y Moreno. Además, el jefe de Estado exhortó a los concesionarios del sector a cumplir con los contratos y a los usuarios a “cuidar los trenes”.

En el acto que se llevó a cabo ayer en la Casa de Gobierno, Kirchner sostuvo que la obra, que prevé una inversión de 600 millones de dólares, representa “un gran desafío” y reclamó a los concesionarios de los servicios ferroviarios que “no sean pícaros”.

“En todos los lugares del mundo siempre hay algún subsidio estatal que ayude al funcionamiento de los trenes porque es la forma de que el tren se convierta en un servicio y no en una rentabilidad individual nada más que para determinados grupos económicos”, subrayó Kirchner, y agregó: “Cuando se protesta por el funcionamiento de los ferrocarriles puede haber tres razones fundamentales, pero hay una esencial, es que durante años los estuvieron vaciando, los trataron de hacer desaparecer del mapa”.

“Lo que nos pasa con los trenes ahora es el vaciamiento que sufrió el país y podemos hablar de la época de (Juan Carlos) Onganía, cuando se habló de la famosa discusión con los japoneses, o a través de distintas medidas, ramal que para, ramal que cierra... Todas este vaciamiento nos dejó lo que tenemos hoy”, dijo en la presentación del Plan de modernización de la ex Línea Sarmiento.

“El otro tema es la tarifa –dijo–. Son los hermanos argentinos más humildes que trabajan ahí. Parte de los subsidios van allí para que las tarifas no suban”, destacó y señaló que “obviamente ésta es la verdad esencial y hay que asumirla y no se sale de un día para el otro. Se puede salir a vender una noticia, como qué mal que viaja la gente, pero de un día para el otro eso no se arregla.”

Las obras de construcción del soterramiento entre las estaciones de Plaza Once y Liniers demandarán unos 420 millones de dólares, más otros 175 para trenes de doble piso. Los trabajos prevén la eliminación de todos los pasos a nivel y la construcción de las estaciones intermedias bajo tierra. En algunos tramos, el tren pasará en trinchera y en otros bajo una loza de cemento sobre la cual habrá espacios verdes y de recreación.