Según una encuesta encargada por el propio Gobierno, el 65 por ciento de los consultados estima “insuficiente” el último aumento de jubilaciones dispuesto por el presidente Kirchner. Sin embargo, la mayoría opina que la actual política para el sector pasivo es mejor que las aplicadas por Menem, De la Rúa o Duhalde. Además, un 55 por ciento cree que el Gobierno volverá a incrementar las jubilaciones y pensiones durante 2006.

El martes de la semana pasada fue anunciada una suba de haberes del 20,5 por ciento para los que cobran la mínima (que pasó de 390 a 470 pesos) y del 11 por ciento para el resto. El aumento, que empezará a regir a partir de junio, ratificó la estrategia oficial de priorizar la situación de los jubilados de menores recursos.

Para evaluar la recepción de la medida en la sociedad, el Gobierno encargó a la consultora Equis, dirigida por Artemio López, un “estudio de opinión sobre la situación de los jubilados y pensionados”. El sondeo fue realizado entre el jueves y el viernes de la semana pasada y abarcó 400 casos en la región metropolitana. Los resultados fueron los siguientes:

- Obviamente, el 85 por ciento de los encuestados considera “positiva” la medida. Pero un 65 por ciento afirma que es “insuficiente”.

- Un 55 por ciento confía en que el Gobierno volverá a aumentar las jubilaciones durante este año. Mientras que un 28 por ciento no lo cree posible y el resto manifiesta no saber qué puede ocurrir.

- Frente a los gobiernos anteriores, el 76 por ciento de los encuestados pondera la actual política para el sector. Claro que, en la comparación, no hacía falta mucho para mejorar: Menem destruyó el sistema jubilatorio estatal y apostó al negocio de las AFJP, De la Rúa recortó las jubilaciones para cumplir con el FMI y Duhalde dejó que los haberes se licuaran con el salto inflacionario posdevaluación.

Desde el inicio de la administración Kirchner, en mayo de 2005, hubo nueve aumentos de la jubilación mínima, que se incrementó un 213 por ciento, de 150 a 470 pesos. Hoy, 2,1 millones de jubilados (el 65 por ciento del total) perciben ese haber básico. En ese universo, sin embargo, no todos ganaron: 1,5 millones que cobraban en el albor kirchnerista menos de 260 pesos vieron crecer sus ingresos por arriba de la inflación (81 por ciento en el período). Pero para los 600 mil restantes, que hoy también perciben la mínima, la mejora no llegó a compensar el avance de los precios.

La política oficial postergó notablemente a 1,2 millón de jubilados con remuneraciones superiores, para quienes su poder adquisitivo se derrumbó. Así, 850 mil jubilados con haberes de entre 470 y 1000 pesos sólo recibieron desde la devaluación una mejora del 21 por ciento, mientras que para los que cobran más de 1000 pesos el único aumento en catorce años fue la última suba del 11 por ciento.