En un clima dominado por la incertidumbre financiera internacional, ayer se llevó a cabo el Encuentro de Gobernadores de Bancos Centrales de América Latina y España (Cemla). El debate entre los funcionarios estuvo signado por el posible endurecimiento de la política monetaria en los Estados Unidos y su repercusión sobre los países emergentes, como la Argentina. Martín Redrado, actual presidente de Cemla, defendió la acumulación de reservas. Dijo que es un seguro contra eventuales turbulencias. Las reservas del BCRA alcanzaron a 24.017 millones de dólares.

En su discurso, el jefe del Central argumentó también a favor de los controles de capitales. Mencionó que gracias a la imposición de esas trabas a los capitales golondrina, ahora la Argentina es menos vulnerable a la agitación de los mercados financieros. También ponderó el hecho de que el horizonte financiero se encuentra despejado después de la reestructuración de la deuda y que las cuentas públicas están ordenadas, un hecho que comparte la mayoría de los países de la región.

La inquietud de los banqueros centrales se debe al proceso de ajuste económico que, en apariencia, se inició en Estados Unidos. La perspectiva es que se avecinan momentos de turbulencias y de mayor volatilidad en los mercados. En el Central sostienen que, a cuatro años de la crisis, el sistema financiero se encuentra en buenas condiciones para afrontar lo que se viene: una menor exposición de los bancos al sector público y una desdolarización de sus balances.

“Hay que aprovechar que el Gobierno busca financiamiento en el mercado de capitales y en Venezuela, y no en el sistema financiero, para mejorar todavía más la salud de los bancos”, señalaron desde las oficinas del BC a Página/12. En la actualidad, la exposición de las entidades al sector público asciende, en promedio, al 28,9 por ciento, sensiblemente por debajo del máximo del 40 por ciento.