En otra jornada de turbulencias en los mercados internacionales, el Banco Central volvió a hacer una compra importante de dólares. En total fueron 69,9 millones, y el dólar permaneció en 3,10 pesos para la venta. Las acciones cayeron por quinta rueda consecutiva, esta vez un 1,3 por ciento, mientras que los títulos públicos cedieron 0,5 por ciento en promedio.

En Wall Street, las bajas fueron del 0,4 por ciento en el índice Dow Jones y del 0,5 por ciento en el panel tecnológico Nasdaq. En San Pablo, el ajuste resultó del uno por ciento. Si bien las caídas no fueron muy relevantes, lo cierto es que profundizaron la tendencia negativa. La ola bajista acaba de cumplir un mes: comenzó la última vez que la Reserva Federal (banca central estadounidense) subió la tasa de interés y dejó la puerta abierta para continuar con ese proceso.

La certeza de que tanto Estados Unidos como Europa seguirán ajustando la tasa cambió el escenario financiero. Los inversores se están posicionando en bonos del Tesoro estadounidense y se desprenden de los activos más riesgosos, como las acciones y los títulos públicos de los emergentes. Ayer, por ejemplo, el ADR de Tenaris (certificado de la acción que cotiza en Wall Street) cayó 3,1 por ciento, lo que da una idea de la aversión al riesgo que tienen los inversores. Durante la semana, el índice de acciones líderes MerVal retrocedió el 6,4 por ciento, y prácticamente se esfumó la ganancia que acumulaba hasta hace 30 días (25 por ciento).

Brasil también sufrió la conducta reacia de los inversores internacionales. Ayer se conoció que su propuesta de canje de bonos tuvo un resultado más pobre al esperado: de los 4000 millones de dólares que pretendió canjear sólo pudo trocar 1144 millones. La lectura es que los financistas se resistieron a cambiar bonos brasileños de mediano plazo por otros de largo, con vencimiento en el año 2030.

A pesar del contexto negativo, el Central pudo comprar 69,9 millones de dólares gracias a la fuerte liquidación de los exportadores, en medio de la cosecha gruesa. Ese es el motivo por el cual el billete verde quedó al margen de la volatilidad.