“Qué sentido tiene que tengamos baja inflación si se cierran fuentes de trabajo y la desocupación crece en forma desmedida”, interpeló Felisa Miceli a los presidentes de las principales cámaras empresarias, reunidos ayer en la sede de la Unión Industrial Argentina por la celebración del Día de la Industria. La ministra de Economía fue la principal oradora del acto y en su discurso recalcó que la prioridad de su cartera es el crecimiento, que “reduce el desempleo” y “mejora la calidad de vida” de la población, relegando a un segundo plano el aumento de los precios. El titular de la central fabril, Héctor Méndez, elogió esa política y evitó cualquier mención a temas conflictivos para el sector, como el decreto del Gobierno que privilegia a los usuarios residenciales para la provisión de energía (ver aparte).

La buena relación entre la UIA y el Gobierno quedó reflejada en la presencia del vicepresidente Daniel Scioli y de tres ministros: además de Miceli, estuvieron el titular de Planificación, Julio De Vido, y el canciller Jorge Taiana. La delegación se completó con el secretario de Industria, Miguel Peirano. Del ámbito empresario, en primera fila se ubicaron Luis Pagani, presidente de AEA; Mario Vicens, titular de ABA; Luciano Miguens, de la Sociedad Rural, y Carlos Wagner y Aldo Roggio, de la Cámara de la Construcción.

Miceli destacó que en el primer semestre la inversión pública en infraestructura creció 66 por ciento respecto de igual período de 2005. Encuadró ese mayor gasto en el “nuevo modelo económico”, que pone énfasis en la expansión del nivel de actividad. “Las bases están dadas para que este crecimiento se proyecte en el tiempo”, afirmó. Méndez, antes que ella, había planteado que la agenda de la próxima Conferencia Industrial que se desarrollará a mediados de octubre es trabajar para que el sector fabril consolide diez años de crecimiento ininterrumpidos.

Méndez no se refirió a los acuerdos de precios, que los industriales aceptaron con resignación, aunque buscan atajos para escapar de ellos.

En ese sentido, Alberto Alvarez Gaiani, presidente de la cámara de empresas alimenticias (Copal), comentó que mantiene contactos permanentes con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para estudiar excepciones a los convenios. En los próximos días, indicó, se reunirá con Miceli y con ese funcionario para analizar cómo serán los acuerdos en 2007. Los empresarios quieren autorización para actualizar sus listas de precios. “Hay algunos productos que dependen de insumos importados que se encarecieron, como el café y el cacao”, ejemplificó Alvarez Gaiani, quien no descartó un encuentro de la cámara con el presidente Néstor Kirchner.

El discurso de Méndez estuvo lleno de elogios a la política económica. Sostuvo que hay “un renacimiento de la industria” y destacó que se llevan quince trimestres de crecimiento a tasas de entre el siete y el nueve por ciento. “Es un hecho prácticamente inédito”, insistió. Es resultado “de la estabilidad macroeconómica asentada en un tipo de cambio competitivo, superávit fiscal, superávit de la balanza comercial, acumulación de reservas y menor dependencia del financiamiento externo”.

La ministra aseveró que el modelo está basado en el superávit fiscal y externo y restó importancia a la evolución de la inflación, justo el día en que se conoció que el aumento de precios minoristas de agosto fue levemente superior al de igual mes del año pasado (0,6 contra 0,4 por ciento). “La meta del programa económico es mejorar la calidad de vida de la población. Si no qué sentido tiene que tengamos baja inflación mientras se cierran fuentes de trabajo y la desocupación crece en forma desmedida”, definió.