Una veintena de jóvenes diputados afines al primer ministro Tony Blair le han escrito una carta en la que le piden que dimita de inmediato, según publicó ayer el diario The Guardian y confirmó a la BBC “una alta fuente del gabinete” británico. Se trata de la primera vez que diputados próximos al primer ministro se vuelven contra él y significa en la práctica que Tony Blair se enfrenta a una pinza contra él formada por los dos extremos del partido: el ala izquierda, que nunca ha aceptado su giro al centro político, y la corriente más afín al Nuevo Laborismo.

Parte del gabinete de Blair dejó la puerta abierta a que la renovación llegue el año que viene. “Creemos que habrá un nuevo líder para la conferencia de 2007”, le dijo Hillary Armstrong, ministra de Exclusión Social, a la BBC. Un poco antes, David Miliband, ministro de Medio Ambiente, había considerado razonable la idea de que Blair abandone su cargo en un año. El presidente del Comité Ejecutivo del Partido Laborista, Jeremy Beecham, también habló. “Blair es consciente de que hay que hacer algo”, afirmó.

Añadiendo más leña al fuego político que arde contra Blair, el diario tradicionalmente prolaborista pero no siempre blairista The Mirror publicó ayer parte de la estrategia de salida de Blair, diseñada por sus asesores: visitas a media docena de ciudades y veinte lugares emblemáticos de su gestión de gobierno, viajes a Escocia y Gales para celebrar la devolución de sus poderes autonómicos, apariciones en programas populares de la radio y la televisión británicas y entrevistas con la prensa extranjera para realzar su figura internacional.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.