“El control del tráfico aéreo deberá estar a cargo de una Secretaría de Estado, dependiente de Presidencia de la Nación, como ocurre en los Estados Unidos, y el organismo que se encargue de investigar los accidentes aéreos tendría que estar fuera de su órbita y no como ocurre actualmente en la Fuerza Aérea, que se investiga a sí misma.” La opinión pertenece a Jorge Pérez Tamayo, presidente de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, quien se manifestó a favor de la decisión del Gobierno de trasladar la competencia sobre el control de la aviación civil, hoy en manos de la Fuerza Aérea, a una autoridad civil.

En los próximos días, el titular de APLA le llevará al secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, la posición del gremio sobre el tema. Ese es el ámbito en el que –de acuerdo con la iniciativa oficial– funcionará la futura autoridad de control. Según los pilotos, un organismo que ya se ocupa de todo el transporte ferroviario y automotor de pasajeros y de cargas de todo el país no estaría en condiciones de hacerse cargo del control de la seguridad aérea.

“La decisión política es muy positiva: Argentina es uno de los dos únicos países del mundo (junto con Nigeria) en el que el control de la aviación civil todavía está en manos militares”, afirmó Pérez Tamayo. El control aéreo en el país estuvo en manos civiles hasta 1966, cuando la dictadura de Juan Carlos Onganía le otorgó sa atribución a la Fuerza Aérea.

Si bien en el Gobierno se venía trabajando el tema de la transferencia desde hace tiempo, todo se precipitó a partir del estreno de la película Fuerza Aérea Sociedad Anónima, un documental en el que el cineasta y ex piloto Enrique Piñeyro denuncia irregularidades en el control y problemas en la seguridad aérea.

Piñeyro fue miembro de APLA entre 1997 y 1999, cuando se produjeron las tragedias de Austral y LAPA. En ese entonces, el ahora director de cine estaba a cargo de la Junta de Investigaciones del gremio. Si bien el sindicato de pilotos no tuvo participación en el guión de la película, le dio su respaldo al organizar una presentación pública, el jueves último, en un salón del Hotel Sheraton de Retiro, al que concurrieron legisladores, gremialistas, empresarios y nueve fiscales federales, entre ellos Rívolo, quien decidió actuar de oficio en la investigación de las denuncias (ver recuadro).

–¿Está de acuerdo con las denuncias de corrupción en el manejo del control aéreo que se formulan en el documental? –le preguntó Página/12 a Pérez Tamayo.

–No tengo elementos para hablar de corrupción pero sí de negligencia. Le pongo un ejemplo: en dos años hice 160 denuncias ante la Fuerza Aérea por incumplimiento del reglamento de descanso obligatorio de los pilotos. Me contestaron sólo dos, una de ellas un año después de mi presentación.

Para diseñar el futuro sistema de control, sostienen los pilotos, no habrá que gastar demasiado dinero: basta con solicitar la normativa que la OACI (Organización Internacional de Aviación Civil) tiene diseñada para aplicar en cualquier país. “Sí habrá que invertir en capacitación”, aseguran. Es que, de hecho, los únicos que tienen conocimiento sobre el tema son los oficiales del comando de Regiones Aéreas. “Por eso es que el traspaso no se puede hacer de un día para otro y es necesario un período de transición”, advierten. Ese traspaso implica además la transferencia de un presupuesto que hoy es de 300 millones de pesos anuales.

El nuevo organismo civil de control del tráfico aéreo no reemplazará las tareas que lleva a cabo, en materia de seguridad en tierra, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que depende del Ministerio del Interior; ni el Orsna (el organismo regulador del sistema de aeropuertos), encargado del control de la empresa concesionaria que administra los edificios Aeropuertos Argentina 2000); ni la Subsecretaría de Transporte Aeroportuario, que es la encargada de otorgar permisos a empresas y vuelos.

En la entrevista con Jaime, los pilotos dejarán en claro que incluir el organismo de control en la Secretaría de Transporte implicará otorgarle un rango de subsecretaría, una jerarquía menor a la que merece, según su opinión. Por supuesto, dejarán entrever la necesidad de que en ese organismo estén representados los pilotos.