Los principales bancos de inversión de Wall Street coincidieron en sus últimos informes en que la Reserva Federal (banca central estadounidense) volverá a dejar sin cambios la tasa internacional, en el actual 5,25 por ciento anual. Esta perspectiva de calma no alcanzó para que hubiera una jornada positiva en los mercados financieros. El índice MerVal cayó 0,7 por ciento, mientras que los títulos públicos cedieron 0,5 por ciento en promedio.

Si la FED decide mantener la tasa de interés, será la segunda reunión consecutiva en que no encarece el costo del dinero. Desde mediados de 2004 había ajustado la tasa en 17 veces consecutivas. La razón de aplicar un freno se debe a que en Estados Unidos se fueron desinflando las expectativas inflacionarias. Aunque es posible que el comunicado que hoy emita la Reserva Federal mencione el riesgo inflacionario, la discusión entre los financistas está priorizando la salud de la economía estadounidense.

Ayer se difundieron dos datos que pusieron en alerta a los inversores: la inflación mayorista fue de apenas 0,1 por ciento, pero si se excluyen los rubros volátiles (alimentos y energía) hubo deflación del 0,4. El otro indicador mostró una fuerte baja, del 6 por ciento, en la construcción de viviendas, a un ritmo anualizado de 1,6 millón de unidades, el nivel más bajo desde abril de 2003. El ritmo de construcción de casas disminuyó en seis de los siete últimos meses. La discusión en Wall Street se refiere a si la economía de Estados Unidos va camino a una desaceleración brusca, incluso si se está aproximando un ciclo recesivo. En otras palabras, si Ben Bernanke no fue demasiado estricto al aplicar alzas en la tasa de interés en la primera parte de este año.