El Banco Central obtendrá este año una ganancia record por la colocación financiera de sus reservas. Según cálculos que manejan en el organismo, las reservas reportarán una utilidad de 1200 millones de dólares, como consecuencia de diversas inversiones que le reportaron una tasa de interés anual del 5,3 por ciento anual; muy por encima del promedio histórico, que rondaba el 3,2 por ciento.

La entidad conducida por Martín Redrado cosechó esa ganancia financiera mediante una estrategia de diversificación de monedas, sumada a una extensión de los plazos de colocación. Así, la duración promedio de la cartera en plazos fijos depositados en bancos internacionales de primer nivel se extendió de 3 a 6 meses. Mientras que apostó al oro, al euro y a la libra, que experimentaron una fuerte valorización durante este año.

En las últimas semanas, la mayor preocupación de Redrado en el Central pasó por cómo sostener el dólar, frente a la avalancha de divisas que llueven sobre el país. La tendencia continuaría en los próximos meses por dos motivos. Por un lado, porque diciembre, marzo y abril son meses de gran liquidación de exportaciones, lo cual garantiza una fuerte entrada de dólares comerciales al país.

Por otro lado, el cambio en el contexto financiero internacional reflotó el interés de los inversores especulativos en los países emergentes en general, y en Argentina en particular. “Hace unos meses estábamos discutiendo cuánto subiría la tasa de interés la Reserva Federal, y hoy la visión generalizada del mercado es que las tasas van a bajar”, explicó un funcionario a este diario.

Todos los días ingresan dólares financieros para comprar bonos de la deuda pública, que ofrecen una rentabilidad muy superior a la que se consigue en los países del Primer Mundo. Esa superabundancia de dólares en el mercado local presiona a la baja del tipo de cambio. Y hace que el Central tenga que acumular reservas más rápido de lo esperado para sostener la cotización arriba de los tres pesos.

Para tener una idea, en enero el más optimista de los funcionarios hablaba de recuperar a fin de año los casi 10 mil millones de dólares pagados al FMI para cerrar el 2006 con unos 28 mil millones de dólares de reservas. Sin embargo, ayer las reservas sumaban 31.025 millones. Y en el Central estiman que a fin de año superarían los 31.500 millones, tal vez acercándose a los 32.000 millones.

El lunes, la entidad monetaria dispuso que toda compra-venta de divisas resultante de transacciones con bonos deberá ser registrada a nombre de la persona física o jurídica que haya solicitado la operación. La medida apunta a endurecer el control al ingreso de capitales y disuadir a los inversores especulativos de corto plazo. “Si hay un ingreso masivo de capitales vía bonos, entonces reforzaremos todavía más los controles”, advierten en el Central. El mensaje es claro. El Gobierno no dejará caer el dólar, pero tampoco alentará subas, que pudieran repercutir directamente en los precios.