EL PAíS › LOS ASAMBLEISTAS ENCABEZARON SU PRIMERA MARCHA AMBIENTAL EN BUENOS AIRES

Gualeguaychú se hizo oír en la Plaza de Mayo

Cuando se cumplen 22 días de cortes de ruta, los asambleístas de Gualeguaychú llevaron su reclamo contra la construcción de las papeleras a las puertas de la Casa Rosada. Recibieron la adhesión de otras agrupaciones ambientalistas y de sectores sociales y políticos. En un documento repudiaron “la desidia gubernamental”.

 Por Laura Vales

Acomodó la sombrilla justo en el borde de uno de los canteros de la plaza. Abrió la reposera y se instaló bajo la sombra. Eduardo Alonso –médico, 52 años– tenía plena conciencia de lo insólito de la imagen que estaba dando, sentado como un veraneante frente a la Casa Rosada, pero a fin de cuentas él no era el único raro. Al lado había gente con barbijos, tipos vestidos con mamelucos blancos, bailarinas cubiertas con lentejuelas y una pluma, bombistas, trompetistas, una estatua viviente cubierta con harapos celestes y blancos, todos integrantes del variado conjunto que conformó la primera marcha ambiental a Plaza de Mayo. Convocada por la asamblea de Gualeguaychú, la protesta fue un muestrario de las comunidades con problemas ambientales.

–¿Había venido antes a una manifestación?

–No –dijo el médico bajo su sombrilla–, es la primera vez.

Alonso había llegado a la plaza con la delegación de Gualeguaychú, que ayer cumplió 22 días de corte de ruta contra la instalación de Botnia. Otros habían viajado desde Esquel, San Juan, Ledesma, La Rioja, Mendoza o el conurbano.

Ceamse. Hugo Osores es un vecino autoconvocado de González Catán. Su problema es la basura. Mientras la marcha avanzaba desde la Plaza del Congreso a la de Mayo, Osores explicó: “El relleno del cinturón ecológico empezó en la dictadura. El Ceamse tiene tres centros de disposición final de la basura y uno de ellos está en González Catán. Esto nos trajo problemas de contaminación del agua, el aire y el suelo. No tenemos agua de red, sino de pozo, y está contaminada. Hicimos una denuncia penal ante la Justicia, que mandó a analizar la calidad de las napas; los exámenes mostraron que no son aptas para el consumo humano. El juez le ordenó al gobernador (Felipe) Solá que provea de agua potable a González Catán, pero eso no se ha cumplido”.

El 30 de octubre, los autoconvocados hicieron un bloqueo en el Ceamse. Cortaron el tránsito el 30, siguieron el 1° y el 2 de diciembre, el 3 los desalojaron con la infantería. En repudio a la represión ocho mil personas se movilizaron. Los vecinos se siguen juntando en asamblea una vez por semana, en el cine de González Catán, donde preparan nuevas medidas.

Traje. En medio del mar de sombrillas, rodeado de manifestantes en bermudas y zapatillas, José Adolfo Ibazeta no podía menos que llamar la atención vestido con ese traje. Ibazeta es el intendente de Calingasta, en San Juan, sobre la Cordillera, donde están instalándose dos minas a cielo abierto para la extracción de oro y cobre. La actividad es considerada altamente contaminante porque utiliza cianuro; el intendente llamó dos veces a una consulta popular, siguiendo el antecedente de Esquel, pero el tribunal electoral anuló las convocatorias. La provincia es gobernada por el justicialista José Luis Gioja.

“La angustia que tenemos es la de ver cómo las empresas avanzan para entrar en funcionamiento”, dice Ibazeta. La primera tiene previsto comenzar a operar el año que viene. El intendente cuenta que las minas están en las nacientes del río Los Patos, que aguas abajo pasa a llamarse río San Juan “y que abastece al 90 por ciento de la provincia”. La contaminación con cianuro tendría un efecto multiplicador. “Para peor, son empresas que no informan qué hacen; el año pasado un alud arrastró a siete de sus camionetas; así nos enteramos de que habían desembarcado en la zona.”

Militantes. “Pregúnteme qué problema no tenemos”, contestó Jorge Ravey, de Santa Fe. Llevaba un cartel en el que se leía “Salvemos al sábalo” y una remera contra la incineración de residuos. Ravey viajó a Buenos Aires en un micro compartido entre el Foro Ecologista de Paraná, el centro ecologista Renacer de Villa Constitución y la Asamblea de Guadalupe. La pesca industrial de peces de río, el uso de agroquímicos, el monocultivo de soja figuraban en los reclamos de su grupo. Unos metros detrás, Daniel Prego, de Berazategui, pedía el cierre de una tosquera. También allí consumen agua de pozo, “las piedras son el filtro natural que protegen las napas, al sacarlas hay contaminación”. A su lado, cuatro militantes empujaban una pequeña carroza: un inodoro gigante del cual se alimentaba una canilla. Era la representación del Río de La Plata.

Acto. El acto fue sencillo: se dieron a conocer las adhesiones, luego una nena dijo unas palabras y finalmente se leyó el documento consensuado. “Esta es la primera gran marcha ambiental a Plaza de Mayo, en repudio a la desidia gubernamental, la laxitud en las leyes y en su cumplimiento, la búsqueda ambiciosa de réditos políticos y económicos, la corrupción; causas fundamentales por las que todos los días perecen muchos ciudadanos en nuestro país”, decía el texto.

–¿Qué esperan de la marcha? –preguntó Página/12 a Gustavo Rivollier, coordinador de la asamblea de Gualeguaychú.

–Que el Presidente ponga arriba de la mesa el tema ambiental, que no lo deje de lado. Es cierto que la Argentina nunca tuvo una política ambiental y que los resultados llevan tiempo, pero hay cosas que se tienen que hacer ahora y de manera urgente porque hay gente muriéndose.

Uruguayos. Curiosidades de la marcha: comenzó puntual. A la cabeza hubo una gigantografía del balneario El Ñandubaysal con la construcción de Botnia al fondo. “Uruguay, ¿país natural?”, preguntaba el slogan.

Los ambientalistas fueron acompañados por movimientos piqueteros y partidos de izquierda, que se ubicaron al fondo de la movilización. Había muchas asambleas, ¡incluida una de Punta del Este!

Entre los participantes estuvieron la Red Nacional de Acción Ecológica, la Asociación Vecinos de La Boca, la Asamblea de San Telmo, la sala de salud del barrio María Elena, los Amigos del Lago de Palermo, las asambleas ambientales de Colón y Concepción de Uruguay, familiares de Cromañón, la Conadu histórica, el Foro del Medio Ambiente de Berazategui, los vecinos autoconvocados de Hudson, las Madres de Plaza de Mayo. Línea Fundadora, la CTA, la CCC, la FUBA, el Frente Darío Santillán, El Movimiento Territorial de Liberación, el MST, el PO y el PTS.

En la plaza hubo montevideanos –de la Asamblea del Callejón– y vecinos de la Barra de Maldonado. Pablo Antoría hizo de portavoz: “No todos los uruguayos estamos de acuerdo en que vengan estas multinacionales”, dijo. “Queremos que el Uruguay tenga fábricas, pero con un modelo de desarrollo que no contamine.”

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Los asambleístas de Gualeguaychú unieron el Congreso y la Plaza de Mayo en una marcha que contó con muchas adhesiones.
 
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