“Por primera vez en un lustro se toma una medida impositiva en la dirección correcta, de retocar apenas la presión tributaria al segmento de altos ingresos y aliviar al que debe estar aliviado”, defendió Santiago Montoya, recaudador bonaerense, el proyecto de ley que el gobierno provincial envió a la Legislatura para crear un impuesto a la riqueza. La iniciativa fue duramente criticada por banqueros y tributaristas cercanos a la city, debido, sobre todo, a la nueva imposición sobre activos financieros: cajas de ahorro, plazos fijos, acciones y bonos.

El ministro de Economía bonaerense, Gerardo Otero, repitió frente a esos cuestionamientos que la iniciativa no es un “impuestazo” generalizado, sino un cambio en la estructura impositiva que impacta sobre aquellos contribuyentes provinciales con patrimonios superiores a los 500 mil pesos. Para determinar el patrimonio se computan bienes inmuebles, vehículos, embarcaciones y activos financieros. Cuando la suma de ellos exceda aquel piso, se aplicará una alícuota de 0,25 por ciento para el contribuyente con bienes de entre 500 mil y 700 mil pesos, de 0,50 para los patrimonio de 700 mil a 1,2 millones, y de 0,75 para los que superen esa cifra. Las sobretasas se aplicarán sobre cada uno de esos activos, a través de los impuestos inmobiliario, automotor y a los activos financieros.

“Es un incremento de impuestos para quien tiene una capacidad contributiva mayor en la provincia de Buenos Aires”, remarcó Otero. “Por primera vez en mucho tiempo se produce una señal correcta en nuestro sistema impositivo”, añadió Montoya. El proyecto, que el gobierno aspira a que sea votado antes de fin de año, contempla las mayores cargas a partir de 2007. El próximo año acercaría una recaudación adicional de 300 millones de pesos. La provincia atraviesa una situación fiscal cada vez más difícil. Para 2007 el Ejecutivo prevé un déficit de 1600 millones de pesos.

En ese sentido, Otero sostuvo que el déficit es producto de una situación estructural, que tiene que ver con un giro “insuficiente” de fondos por coparticipación federal. “En los últimos 13 años se produjo una centralización excesiva de fondos” a nivel nacional. “No digo que no les pase a otras provincias, porque también les pasa, pero Buenos Aires es la primera en sufrirlo”. Una interpretación que entregaron a Página/12 dirigentes provinciales de la oposición es que el proyecto impositivo busca forzar al gobierno nacional a discutir la coparticipación, un tema muy conflictivo que ninguna administración se animó a encarar pese al mandato constitucional de 1994.

“La provincia de Buenos Aires enfrenta un viejo drama. Genera el 38 por ciento de la riqueza y mantiene una docena de provincias a través de la coparticipación”, insistió Montoya.

Otra cuestión que surgió con la presentación del proyecto de presupuesto para 2007 es el aumento de sueldos a estatales. La iniciativa incluye una partida de 600 millones para ese fin. Otero señaló que todavía no están determinadas ni el porcentaje ni el momento de entrada en vigencia de las subas salariales. “Imagino que se definirá en febrero, primero con los docentes y después con el resto de los estatales”, estimó, y agregó que el objetivo es preservar el poder de compra, para que no se vea afectado por la inflación.